Fecha: 2023-01-20
Asistentes:
- Dungeon Master (Sirvent)
- Adke Araedi (Sku)
- Belvalor Alantar(Miguel Ángel)
- Hanbal Sayegh (Perico)
- Saiful Morningsinger (Tolanss)
21 de Marpenoth – 1358 DR
Tras el encuentro con el ser de agua decidimos descansar un poco y recobrar el aliento.
Tomamos el camino de la derecha, que tiene una pared más rocosa. En el suelo del pasillo hay unas grietas de las que emanan unos vapores verdosos. Por fortuna, hay el suficiente espacio como para pasar entre los vapores y la pared del pasillo. Según avanzan, la textura de la pared empieza a cambiar de piedra granítica a una sustancia de naturaleza orgánica que no parece ser de origen vegetal. El olor se va asimilando al olor de la carne podrida. Es como si los propios olores fueran los que provocan el gas. Belvalor empiezan a notar por el rabillo del ojo como si las paredes se moviesen.
De repente, parte de la pared explota y de ella sale una especie de insecto con un exoesqueleto con múltiples patas que ataca al héroe que está guiando al grupo, en este caso, Belvalor. Además, cientos de miles de cienpies empiezan a caer del techo. Sin embargo, Belvalor consigue clavar al insecto en la pared de un sólo disparo con su arco. Hanbal consigue invocar un conjuro y de sus manos salen unos rayos que impactan en los miles de insectos que empiezan a freirse mientras Hanbal grita: «Criaturas impuras, quemaros en el Infierno!». Muchos mueren y el resto se dispersan y desaparecen.
La partida sigue su marcha a lo largo del pasillo. Según avanzan se nota que lo que cubría paredes y techo, empieza cubrir también el suelo. Además, la neblina verdosa empieza a cubrir a la altura de las rodillas.
El pasillo se abre a una zona en la que aparecen tres aberturas más. Dos de ellas van a la izquierda y la restante parece la continuación por la que llegan. Belvalor se intenta abrir paso entre la masa orgánica que tapa el pasillo principal y se escucha como una queja y una convulsión. De nuevo, miles de cienpies empiezan a caer del techo.
Belvalor empieza a correr pasillo adelante y los demás lo siguen, y el enjambre de cienpies parece quedarse atrás. En esta parte del pasillo parece que la masa orgánica ha aumentado de volumen y ya llega hasta los tobillos.
Se observa una tenue luminosidad al final del pasillo. Deciden continuar hacia la luz y, tras doblar un recodo, aparecen en una sala más grande. En la sala hay un aro negro en el que hay un remolino negro. El remolino, sin embargo, emana una luz azulada que ilumina perfectamente la sala. Todo el vapor de la sala parece ser absorbido por el torbellino negro.
Mientras que los héroes están observando el remolino, de él empieza a salir un ciempiés enorme, cuyos tres primeros pares de patas acaban en manos.
El ciempiés tiene un símbolo de una mano con una boca con dientes puntiagudos en la palma.
Saiful consigue saber que es de un dios muy antiguo llamado Moander, el dios de la corrupción.
El bicho se expresa en Infernal pero con mucho acento y Hanbal dice que ha dicho algo así como «Uníos a nuestra cruzada o seréis consumidos».
Le hacemos varios ataques entre todos para intentar derribar a la criatura que al final cae ante los ataques combinados y la intervención de Osiris.
En cuanto cae el vórtice negro empieza a intensificarse a moverse más rápido y a aspirar el gas primero y el cadáver de la criatura. Decidimos salir corriendo antes de que nos aspire también a nosotros. En cuanto se traga el cadáver se cierra sobre sí mismo.
Saiful se decide a rebuscar en la sala y encuentra un anillo con una gema azul que se guarda para investigar más tarde.