25/07/2021. EAU. Perico (DJ), Sirvent (Eyvindr), Germán (Delileron), Lohen (Amras), Scott (Bain) y JC (Hans)
21 de abril 2949
El sol se alza con timidez en las tierras salvajes al norte de Erebor. La música de los violines suena en nuestros oídos mientras el número de orcos va ascendiendo en cada cuenta. Nuestros pasos nos dirigen hacia Galford con la intención de dar allí cuenta de la muerte de los orcos y continuar nuestro camino hacia el norte para proseguir nuestra misión. Nunca en toda la historia de la Tierra Media, ni hombres, ni enanos, ni elfos hicieron tanto ruido al andar…
Delileron y Amras nos cuentan que la ciudad de Galford está dentro de la zona de protección de su rey y que cerca de la ciudad hay un sabio que sabe hacer linternas (mágicas, por cierto). Delileron también nos comenta que en la ciudad hay una taberna con bastante renombre (se llama la Linterna). Aunque le preguntamos, no nos relata cómo alcanzó tan interesante conocimiento. El dueño del bar se llama Vali nos dice.
Es la noche del 21 de abril cuando entramos en la ciudad de Galford. Nos reciben edificios de piedra, excepto la taberna que es de madera, lo que hace sospechar a los elfos que el tal Vali tiene relaciones con Thranduil y este le deja usar la madera del bosque. No deja de ser significativo que el resto de los habitantes hayan preferido la piedra.
Y tras muchas dudas y preguntarnos si habría alguna casa de guardias, el enano tira para la posada murmurando: una cerveza, una cerveza. Entramos en la posada. Eyvindr se acerca al mostrador y reconoce a Vali detrás del mismo de los rumores escuchados en Valle. Que sea el que está dando órdenes, también ayuda a reconocerle. Parece de buen humor. Vamos a intentar comentarle la captura de Rugash (y que haga llegar la información donde corresponda) y a ver si puede decirnos algo sobre el lugar al que nos dirigimos o de la persona a la que buscamos. También estaría bien conseguir un buen lugar para dormir.
No parece que Eyvindr le haya caído en gracia. El humor se borra de su semblante y queda a la espera de lo que los extranjeros le vayan a decir. Hans interviene y le habla de las hazañas del grupo por las Tierras Salvajes y el inspirador relato llama su atención.
Delileron le cuenta que nos manda gente importante en misiones importantes (dandose un poco de bombo) y que realizamos las batidas del norte a petición de Bardo. Así mismo le cuenta que vamos camino de las montañas para tratar de ayudar a encontrar la ciudad perdida de los enanos. Nuestro gran destino es unir a todos los pueblos libres para acabar con el orco del ojo rojo de Gundabad.
Bain, en plan enano, concreta un poco nuestras peticiones. Vali se muestra conforme en informar de nuestra hazaña con Rugash (vemos a uno de sus ayudantes partir con un caballo y la cabeza). Bain, animado por la colaboración, le pide ayuda para nuestro viaje al norte. Su intento de persuasión (con cierta esperanza). Vali nos indica que sigamos la ruta hacia el norte sin separarnos del linde del bosque y que giremos al este antes de llegar a la zona de las colinas pues es una zona bastante peligrosa. No pone en duda nuestra capacidad de defendernos tras haber acabado con Rugash, pero nos indica que en estos días aciagos es preferible andar por caminos seguros.
Eyvindr interviene finalmente para ofrecerle nuestra ayuda en alguna tarea o misión que no nos desvíe mucho de nuestro camino. Vali nos dice que agradecería mucho que le trajéramos noticias de su amigo el artesano de las linternas (lanternero).
Amras le cuenta a Vali que estamos interesados en encontrarnos con Frar sin Barba y le ordena que le cuente lo que sabe, pero Vali que trata con Thranduil todas las semanas no se deja impresionar por el elfo, pero interviene Bain y consigue arreglar el desencuentro. Que un enano pregunte por un enano es más lógico. Vali no conoce a Frar sin barba, no le suena de mucho porque no es un personaje muy conocido (es un repudiado), pero que la gente de Eldrich Town es gente de frontera y de montaña y que la vida allí es muy complicada y que nuestras habilidades de armas serán bien recibidas. Que intentemos causar una buena impresión a lady Sara que es la que dirige el enclave. Vali no es quién para hacernos una recomendación a lady Sara, pero la gente de la taberna local (la Montaña Desierta) si podría ayudarnos a acceder a Lady Sara.
Y después de exprimir a Vali hasta la última gota, Delileron se ofrece a cantar en la taberna para obtener de esa forma el pago de nuestra estancia. Vali dice que no es necesario, el tintineo de nuestras bolsas le indica que no es necesario y Delileron aborta su intento.
Vali nos sugiere que esperemos la respuesta del rey y que no partamos de inmediato. La posibilidad de recuperar nuestros daños y fatigas acaba por aceptar su sugerencia. Al sexto día, llega un jinete desde Dale y nos informa que la cabeza y el mensaje han causado una gran impresión en Valle y se nos «invita» a esperar en Galford a que llegue una delegación real (no el rey). Decidimos esperar, claro.
El día 1 de mayo (thrimidge) llegan un gran convoy hasta Galford con Elstan. Eyvindr nos señala que este señor es el jefe de la guardia de Bardo, jefe de su hermano, que también viene en la comitiva. El hermano se llama Hacon (léase Jacon). Elstan es humano, experimentado, con buena planta, veterano de la Batalla de los Cinco Ejércitos y ha viajado hasta aquí para conocernos. Nos presentamos todos poco a poco. Mi presentación reza: «Soy Hans, hijo de Grimald, de las tierras del bosque al oeste y hasta allí ha llegado el nombre de los héroes de Valle. Este es Ataca, mi fiel compañero. Y esta es mi hacha, que ha talado más árboles, cercenado más orcos y salvado más veces mi vida de la que puedo recordar, pero no descansará hasta que pruebe la sangre de aquel que atacó nuestra ciudad. La inclino ante vos en muestra de respeto.»
Elstan se muestra impresionado por nuestras presentaciones y finalmente se dirige a Eyvindr y le pide que le cuente cómo fue que nos enteramos de la amenaza de Rugash y cómo hicimos para acabar con él. A lo que Evyndr le responde con los acontecimientos, sin adornar mucho la historia, el número de orcos coincide con la realidad e, incluso, le cuenta su huida cobarde, aunque no le sirvió de nada. Nuestra presentación le ha impresionado y nos ha nombrado «Caballeros de la Marca de la Desolación» (Waste Mark Knights) en reconocimiento a los servicios prestados (+1 de «Standing»). El reconocimiento (letra pequeña) no implica ninguna obligación por parte del rey ni es heredable (vamos, nos han dado un diploma). Nos pide que en cuanto podamos, nos acerquemos a Valle para que nos dé un reconocimiento apropiado y oficial por parte del rey.
Los festejos acaban en la noche del día 3, nos levantamos el día 4 dispuesto a partir hacia el norte. En nuestros hombros pesa ahora más la responsabilidad de nuestra misión.
Tres días de viaje nos aguardan. El primer día llueve a mares (¿quién decidió salir hoy?) Luego no llueve, pero notamos que baja la temperatura. Siete grados dicen los expertos. Llegamos a Edric’s Town con algún susto, pero sin percance y relativamente poco cansados a pesar de no haber traído ningún pastelillo doblemente horneado.
Las maravillas de este asentamiento minero nos esperan en la siguiente partida.