Cita con Venus
Iniciamos esta nueva sección de Barrilungos con los comentarios a las películas que vemos en el cine. Recientemente, he vuelto a adquirir la costumbre de ir al cine todas las semanas. He descubierto un cine cerca de casa que pone películas, cervezas y, como dicen por estas tierras, cena de sobaquillo (¡todo un lujo!); me he subscrito. Tiene el encanto de los cines de barrio y la incertidumbre de no saber que vas a ver hasta que llegas a la sala.
Logotipo del Café Teatro 1900
(lugar de las sesiones de cine)
Esta semana nos tocó Cita con Venus y no la película de Szabó con Glenn Close como protagonista (Meeting with Venus), sino una un poco más desconocida con David Niven (Appointment with Venus, la traducción tiene estas cosas):
Cartel de la película
La película fue dirigida por Ralph Thomas (director de 39 escalones) en 1951 basada en una novela de Jerrard Tickell. La película está protagonizada por David Niven en el papel del Mayor Valentine Moreland y de la no muy reconocida Glynis Johns en el papel de hermana del virrey de la isla (sería más habitual del cine más adelante y como actriz secundaria). La película es inglesa y está rodada en blanco y negro.
En Julio de 1940, tras la caída de Francia, los alemanes ocuparon algunas islas del Canal de la Mancha. En una de estas islas, Amorel, se encuentra Venus, un ejemplar de vaca con mucho pedigrí que, para mayor complicación, está esperando un ternero de Marte, un toro de igual renombre. El Ministerio de Agricultura inglés no está dispuesto a que tan soberbio ejemplar caiga en manos de los nazis y monta una operación de comandos (mandada por David Niven) para robar la mencionada vaca. Para la misión, el comandante localiza a varios habitantes de la isla a los que la invasión ha pillado en Gran Bretaña: un marinero borrachín pero que se conoce las aguas como el fondo del vaso y una cocinera del ejército que resulta ser hermana del virrey de la isla (quien, por cierto, anda luchando en el norte de África). En la isla de Amorel hay algunos personajes pintorescos: como una especie de alcalde que gobierna la isla en ausencia del virrey o un pintor vanguardista y pacifista.
La película se queda a medio camino entre una comedia y una película de acción y no consigue ser buena en ninguna de las dos. Te arranca algunas sonrisas y, si como a mi, te gustan las película de la Segunda Guerra Mundial y no la habías visto, se deja ver sin muchos problemas. La película está realizada pocos años después del final de la guerra y me gustaría destacar dos hechos: primero, la aparición de la invasión de las islas del Canal que es un hecho histórico que los británicos tenían tendencia a olvidar en aquellos años (aunque la reacción de los ciudadanos en los minutos iniciales de la película cuando se enteran de la invasión de esas islas debía estar muy cerca de la verdad); y segundo, el hecho que los alemanes no fueran unos ogros (uno de ellos sí, pero, en general, los alemanes se comportan civilizadamente con la población de la isla).
Resumiendo, una noche de cine y cervezas más que aceptable.