190721. Leo (DJ), Sento (Tyler), JC (Mathew), Juan (Ren), Scott (Mike)
Jueves 2 de febrero de 1922
Ya nos íbamos a dormir cuando la puerta de nuestra habitación se abrió, era el señor Jervey acompañando a Mike, el detective, que había leído nuestra nota y había seguido nuestros pasos. Por suerte en la granja había otra habitación con literas, así que nos trasladamos allí.
Una fuerte tormenta caía sobre la granja cuando una mezcla de grito y lamento muy fuerte nos despertó, alguien gritaba con mucho dolor “SAL DE MI CABEZA”, era la voz del viejo Pete, acompañada de los gritos de todos los animales de la granja, a los que por lo visto también había despertado.
Saltamos de la cama, cogimos un par de lámparas de queroseno y cuando nos dirigíamos a la puerta oímos un estampido, como una puerta de establo que reventaba, seguido de un disparo de escopeta y el grito de algún animal. Abrimos la puerta, cientos de pupilas en las que se reflejaba la luz nos rodeaban
Al acercar la lámpara vimos que los ojos correspondían a animales de la granja allí sentados observándonos, formaban un semicírculo y puede que estuvieran reunidos todos los animales, vimos caballos, gatos, patos, incluso puede que arañas. Al percatarse de que podíamos verlos se dispersaron de manera que parecía que aquello hubiera sido una simple casualidad.
Volvimos a escuchar el extraño grito animal de antes, un “oh madre no” y vimos como caía cerca de nosotros un cuerpo humano. Nos dirigimos hacia el cuerpo, por el camino Mathew movía la lámpara de lado a lado con la esperanza de que ahuyentara a los animales, cuando la luz les alcazaba era como si desconectaran, dejaban de comportarse de manera extraña y continuaban a lo suyo.
Finalmente llegamos al cuerpo justo cuando Brutus iba a rematar el trabajo, se dirigía a la carrera hacia el cuerpo caído, se trababa del señor Jervey, tenía una brecha en el estómago y por la posición de la pierna, seguramente la cadera rota. A fin de salvar al señor Jervey, Mathew y Mike gritaron y se agitaron llamando la atención de Brutus, pero al que hizo saltar por los aires fue a Tyler, dejándolo inconsciente.
Brutus ya no era ese cerdo salvaje enorme que habíamos visto a la llegada, era una picadora de carne, un gigantesco jabalí de enormes colmillos con ojos inyectados en sangre que trataba de matar todo aquello vivo que estuviera a su alcance. Mike abrió fuego sobre la bestia y Mathew le golpeó con la lámpara de queroseno. El combo funcionó, Brutus se sintió muy herido y fue a refugiarse a su porcatera. En ese momento los animales se calmaron y todo volvió a la normalidad.
Brutus no tardó en morir, las heridas eran muy graves. Mathew y Ren intentaron asistir a los heridos, sin conseguirlo, por suerte la señora Jervey se había visto en situaciones similares y supo lo que hacer, consiguiendo estabilizar a su marido y reanimar a Tyler.
Lo que Mathew si pudo hacer al intentar socorrer a Jervey fue ver unas pequeñas llagas incipientes en el cuello, muy parecidas a las que tenían los niños del pozo del pueblo. Cuando se incorporó tras el examen, su pierna dejó de dolerle, se sentía como hacía años que no se sentía.
Mike y Mathew fueron a por el médico a Dunwich, el pueblo de al lado, mientras Ren y Tyler se quedaban ayudando a los Jervey. A su llegada el médico asistió todo lo que pudo a Jervey (aunque una rotura de cadera es una rotura de cadera) y a Tyler, quien también se sentía como nuevo y cada vez más a gusto en ese idílico pueblo americano.
Viernes 3 de febrero de 1922
La señora Jervey estaba sufriendo, tantos problemas y encima unos extranjeros en la casa, de manera discreta nos pidió que buscáramos otro alojamiento, a lo que inmediatamente accedimos.
Pensamos en ir a casa de la viuda Hawkins, así que nos dirigimos a su casa con igual resultado que el día anterior, nadie respondía. Cuando tratábamos de mirar por las ventanas una tos llamó nuestra atención, se trataba de Sprowston, el reverendo / sheriff /maestro del pueblo. Nos confirmó que hacía más de dos semanas que no había visto a la viuda, pero estaba convencido de que habría ido a ver a algún familiar, pese a que no sabía si tenía alguno.
Al identificarse Tyler como agente de la ley, Sprowston le consultó sobre su futura actuación con los Carmody, momento que aprovechó Ren para escabullirse e investigar la casa de la viuda desde la parte trasera. Mirando por una ventana vio un rastro de sangre seca que pasaba por el quicio de una puerta y terminaba junto a la cama. Forzó una ventana, entró en la casa y registró el dormitorio. Encontró una escopeta, 6 cartuchos, 7$ en unas bragas muy viejas. Junto a ellas una nota:
Mientras Sprowston trataba de convencer a Tyler de la necesidad de pararles los pies a los Carmody, por su culpa gente de mala vida estaba apareciendo por el pueblo, mujerzuelas, camiones por la noche,… incluso le habían puesto una presa al río convirtiéndolo en un lodazal!!!
Tyler le aseguró que se encargaría del problema, aunque de forma un poco más actual, quedando cual hipster ante Sprowston, quién lo ignoró, entró en la iglesia, subió al altar e hizo señas como que estaba esperando que todos entraran para comenzar la misa. Señas que todos interpretaron como que era el momento de largarse de allí.
Camino a la granja de los Carmody elaboramos algunas teorías:
- Sprowston quiere entrar a la cueva y los Carmody no le dejan
- Los Jervey no son trigo limpio ya que los profesores durmieron allí y desaparecieron.
- Puede que los Carmody estén defendiendo la cueva de los demás
Al llegar a las cercanías de la granja, conscientes de lo celosos de su intimidad que eran los hermanos, paramos a una distancia prudente, tocando repetidamente el claxon mientras esperábamos que apareciera alguien. Y así fue, al poco apareció por detrás de nosotros una camioneta de la que bajaron dos hombres, uno más mayor, Damian Carmody, y otro un poco más joven, su guardaespaldas.
Nada más bajar de la camioneta nos encañonaron con una escopeta, indicándonos que allí estábamos de más y que desapareciéramos. Ren les contó que veníamos a ayudarles para que aquello que está en la cueva no salga, lo que cambió la cara a Damian e hizo que nos invitara a ir a la granja.
Damian parecía haber cambiado, pero como Tyler pudo observar, su guardaespaldas no, así que junto a Mike, desenfundaron sus revólveres y apuntaron a Damian y compañía. Eso provocó que Damian, con una velocidad imposible en alguien de su edad, rodara hacia los campos de maíz que nos rodeaban mientras gritaba “BRENDAN, ACABA CON ELLOS”
El guardaespaldas disparó haciendo que Mathew saliera despedido por los aires justo antes de recibir un disparo de Mike que lo dejó inconsciente. Tyler estabilizó a Mathew, lo subió al asiento trasero mientras Ren se ponía al volante y comenzaba las maniobras para sacarlos de allí.
Un ruido muy fuerte venía de los campos de maíz. Tyler y Mike se pusieron en los laterales del coche vigilando los maizales, Ren finalizó la maniobra y empezó a recorrer el camino de vuelta, y en ese momento algo semihumano hecho de carne putrefacta, arañas, centípedos y demás bichos similares, acompañado de cientos de ratas, surgió del lugar por donde había huído Damian. Era Brendan Carmody, o lo que quedaba de él, quien nos señaló con un dedo y las ratas se lanzaron a por nosotros.
Mike y Tyler abrieron fuego, con los disparos le arrancaron un brazo y una pierna, Brendan cayó al suelo y al momento le crecieron dos brazos nuevos, no humanos, sustituyendo a los anteriores, un brazo de lobo y una pata de caballo.
Ren pisó a fondo, lo que nos permitió huir con vida, y mientras volvíamos al pueblo, sobre una loma a lo lejos, pudimos ver la camioneta de Sprowston, por lo visto la misa había sido breve, muy breve.
Barrilungos 