13/12/2020. Leo (Guardián), Sento (Tyler), Juan (Ren), JC (Mathew/Eleanor), Scott (Charlie/Mike)
03/03/1922
Habíamos volado el faro y prácticamente nadie de la ciudad se percató porque la guerra civil seguía en marcha. Con la calma que confiere el sentirse totalmente ignorado, discutimos largo y tendido sobre nuestro siguiente paso, habían varias opciones disponibles, retirarse a la montaña y descansar para luego viajar a Ankara, retirarse a algún país cercano a Turquía y descansar antes de meternos en Ankara, ir directamente a Ankara y descansar allí mientras obteníamos información,… Finalmente descartamos todas las opciones y nos fuimos a New York, que era lo más inteligente, allí podríamos recuperarnos de nuestras abundantes heridas, contactar y poner al día a nuestros familiares para que nos ayudaran en la batalla final, evitar el peligro de la guerra con Grecia que en esos momentos se desarrollaba en Turquía (por lo que aparecer por Ankara a lo loco era bastante suicida), y además podríamos obtener información sobre Ankara, Turquía, Nodens y lo que pudiera ser de interés para salvar al mundo a final de mes.
Doce horas de ritual de Ren nos abrieron un portal a New York, y tras un largo tiempo, cada uno de nosotros pudo descansar en su añorada cama, un lugar al que más de uno pensamos nunca volveríamos.
04/03/1922
El periódico de Mathew resultó ser una de nuestras mejores bazas, moviendo hilos consiguieron apoyo en Turquía del Gobierno Británico, nos facilitarían la entrada y nos pondrían un guía. Otro de los becarios del periódico descubrió que el templo que veíamos en sueños realmente es Anitkabir, el mausoleo de Ataturk, líder de la guerra de independencia turca que tiene idea de implantar una democracia de un partido, el suyo. El mausoleo lo ha financiado mediante fondos extranjeros y nadie sabe exactamente como los ha conseguido. En sus explanadas se realizan los mítines, los conciertos, celebraciones de todo tipo… Llenando las explanadas podría albergar a unas 150.000 personas, que curiosamente es una de las cifras que aparecía en nuestro mapa.
Tyler seguía convencido de que la colaboración de Nodens era fundamental, si existen los dioses, bueno sería que alguno estuviera de nuestro lado. Así que, sin decírselo a nadie, partió a la universidad, donde se entrevistó con Roades, quién se sorprendió del estado en el que Tyler se encontraba (la falta de medio torso no es algo que pase fácilmente desapercibido). Al contarle lo que buscaba localizó un libro sobre ese dios primigenio, en él explicaba que había que invocarlo cerca del mar, desde un acantilado, encontrándose sólo… y esperar respuesta. Esta vez Tyler si tenía todo lo que necesitaba para la invocación.
A unas 4 horas de coche, Tyler encontró el lugar perfecto para invocar a Nodens, quién, tras unas cuatro horas de espera, apareció desde el cielo, en una carroza hecha con una concha gigante de la que tiraban dos caballos. Su imagen coincidía perfectamente con la del Dios de los cristianos, un hombre fuerte, de pelo blanco, vistiendo únicamente un taparrabos.
Cuando Tyler le explicó los planes de Fernando Díaz, Nodens ni se inmutó, los humanos, esos seres tan insignificantes no tienen capacidad de influir en los dioses. Pese a todo algo de curiosidad tenía, preguntó por Nyarlathotep, quien en sueños nos estaba pidiendo que bloqueáramos la apertura del portal. Nodens explicó que Azathoth, al que entre los dioses llaman el tonto ciego, es el pánico y el caos nuclear, es el padre de todo el universo conocido que está durmiendo, toda la realidad que conocemos es una ensoñación suya. Nodens no conoce la manera de despertarlo, pero si hubiera alguna sería a través de Nyarlathotep, el único dios al que Azathoth hace caso en su ensoñación.
Lo único que hizo dudar al impertérrito Nodens fue la mención de la gran raza de los Yith, durante unos segundos pareció ausente (por lo visto estaba comprobando la historia), aún así tampoco le afectó, todo lo que pudiera pasar solo afectaría a nuestra realidad, no a la de los dioses. Aquel que despierte a Azathoth se fundirá en uno con él y pasará a ser Azathoth.
El tiempo de Nodens en nuestro plano había terminado, dio a Tyler una pequeña concha antes de irse, ella le permitiría convocar a algunos de los sirvientes de Nodens (seres de tamaño humano con forma similar a una gárgola) en caso de extrema necesidad. Tyler se sentía conectado con la concha, no sabía lo que era ni cómo funcionaba, pero estaba seguro de que cuando llegara el momento sabría cómo utilizarla.
05/03/1922
No todo iba a ser investigar, estar en una ciudad civilizada tenía sus ventajas, entre ellas los pubs y restaurantes. En uno de los descansos en un pub para comer, vimos una caja muy familiar, era una caja de Whisky Carmody (aunque lo de Whisky está tachado, un truco infalible para evitar a la policía).
Wisky Carmody en New York, eso no lo esperábamos, así que hablamos en la trastienda con el propietario, quien nos dijo el nombre de su proveedor, un conocido de Charlie. Para estar seguros de que aquello era lo que pensábamos, pusimos un par de chupitos de wisky y arrojamos una hormiga al interior, unos tenues reflejos aparecieron en el líquido y la hormiga murió. Nada de filamentos y desaparición del ser vivo, era un efecto parecido pero muy muy debilitado.
No podíamos dejar así las cosas, por lo que fuimos a hablar con el proveedor, un tipo al que llamaban Hammer, conocido en el mundillo por el martillo que tiene sobre la mesa con el que empieza las conversaciones partiendo algún dedo ajeno. Moverse con Mike por esos mundillos es como nadar entre tiburones, pero con el tiburón más grande haciéndote de escolta, así que con los dedos intactos supimos que Hammer obtenía el whisky de Jimmy McBridge, un pequeño truhan que cantó casi de inmediato. Obtenía el licor a través de un tal Fernando (nuestro Fernando), fue él quien le puso en contacto con los Carmody, consiguiendo el whisky más barato de toda New York. A día de hoy le llega a través de un borracho, un tal Old Pete (está claro que el jabalí no pudo con el viejo Pete).
06/03/1922
Durante la noche del 6 al 7, mientras Jane dormía con su marido en Washington, un fuerte golpe en la cabeza la despertó, sobre ella se encontraba un hombre (Muyaidin, aunque Jane no lo sabía) intentando matarla. Su marido John, despertado por el grito, se abalanzó sobre el atacante, iniciando una brutal lucha a vida o muerte. John había abandonado hacía ya tiempo los cincuentas y sus horas tras la mesa del despacho no ayudaban en nada durante el combate, sin embargo, Muyaidin estaba en forma y se le notaba práctica en el combate. El resultado era más que previsible, así que Jane no se lo pensó y golpeó a Muyaidin con el jarro de las flores, o eso intentó, porque el que acabó esquivando el golpe fue John, lo volvió a intentar con el atizador de la chimenea (ventajas de vivir en la casa de ensueño de todo el mundo), con un resultado similar al inicial, cuando ya lo daba todo perdido, cuando se veía viuda para el resto de su vida (que iba a ser muy breve), recordó que John siempre guardaba una pistola en el cajón de la mesita de noche, así que la cogió, apuntó, y con un enorme golpe de suerte, abatió a Muyaidin (sin matarlo, que eso ya sería demasiada suerte).
Con el atacante en el suelo, rápidamente cogió una de las cuerdas de la cortina, atándolo fuertemente, en ese momento le cambió la cara, aunque seguía sin reconocerlo, así que por si acaso sus compañeros si pudieran, le hizo una foto antes de que la policía se lo llevara.
Washington ya no era seguro, ese cambio de cara tenía que estar relacionado con toda la investigación de Tyler, así que Jane no lo pensó mucho, se despidió de John, cogió todos sus bártulos periodísticos, partió en el tren a New York.
07/03/1922
Gracias a Ren y sus portales, el viaje a Ancira fue inmediato. El tiempo que pasó Ren estudiando la zona en la biblioteca tuvo como recompensa que aparecimos muy cerca de Anitkabir, que era la idea. De allí fuimos a la casa del contacto que nos había facilitado la embajada británica, por el camino vimos varias patrullas de milicias turcas, era una zona sin conflicto, pero militarizada. Por suerte ninguna nos paró y pudimos llegar sin incidentes a la casa.
Nuestro contacto tenía un inglés muy bueno pese a su aspecto musulmán (algunos pensamos que pudiera ser hindú). Nos repartió unos papeles para que nos identificáramos en caso de que nos pararan sin que él estuviera presente, y nos insistió bastante sobre que no abriéramos la boca si no sabíamos árabe o turco.
Nos informó sobre un mitin convocado en Anitkabir sobre una ofensiva próxima que expulsará a los griegos. Allí se hacen fiestas previas a la ofensiva para subir la moral, tras grandes operaciones… en resumen, allí hay fiestas y aglomeraciones cada 15 días, concretamente para el día 23 hay una jarana montada desde hace tres meses, la gran fiesta de la victoria.
Cuando nos preguntó cómo podía ayudarnos, le enseñamos una foto de Fernando Díaz, no le sonaba, pero haría las gestiones necesarias, mientras deberíamos permanecer encerrados en el piso franco para evitar riesgos.
08/03/1922
Pasamos el día en el piso, nuestro contacto salió de buena mañana y regresó por la noche, había estado tendiendo su red de informantes.
09/03/1922
A mediodía nos informó de dónde se alojaba Fernando Díaz, aunque normalmente pasaba largas horas en el mausoleo (Anitkabir), donde nunca iba solo, solía ir acompañado por varias personas, las descripciones eran que uno de ellos es un árabe (Omar Sedesul), un general chino (General Yang Tseng-hsin), una japonesa (Señora Miyaki), y un hombre mayor (Booker). Algunas veces va con alguno de ellos, otras con todos ellos.
Por lo menos dos de ellos tendrían que estar muertos, tal vez Fernando se los hubiera traído de algún momento previo a su muerte, esto de las líneas temporales es complicado de narices.
El contacto nos preguntó si Fernando era un objetivo, necesitaba saber nuestras intenciones de manera directa o indirecta para poder hacer su mejor trabajo. Si había que matarlo era una cosa, secuestrarlo otra, hablar con él otra… él no podía cometer el hecho, pero podía asesorarnos en cómo hacerlo de la manera más efectiva posible.
Nuestra decisión fue rápida, eliminarlo, y además con cuidado, porque puede que haya dobles suyos en la ciudad, una posibilidad que nuestro contacto no había previsto, pero que nos pidió un par de días para localizarlos en caso de que existieran.
El contacto salió por la tarde en busca de los dobles de Fernando Díaz, de manera que el día 10 por la mañana estaría libre para acompañar a Ren a hacer un reconocimiento de Anitkabir.
Y así se llegó a las nueve de la noche, y sin despedidas en la entrada de la finca, apagamos las webcam y nos fuimos a hacer la cena.