16/08/2020. Leo (Guardián), Scott (Mike), Juan (Ren), Sento (Tyler), JC (Eleanor).
14/02/1922. Martes
Muerto Joe Sugar y atrapado Fernando Díaz, era momento de estudiar todo el material que habíamos conseguido. La lectura del diario de Joe Sugar fue de lo más reveladora, narraba desde la primera aparición en la isla de Fernando Díaz en 1901 y la preocupación que le causó por si perdía su control, la llegada de Booker, el descubrimiento de la magia y sus primeros pasos en ella, hasta los últimos días cuando intentó el asalto al poder.
Una de las partes más interesantes del diario era la referente a un diagrama con forma de estrella, el mismo que habíamos dibujado sobre el mapamundi, eran las localizaciones donde cosecharían almas, en todas ponía el 23/03/1922 a excepción de Antcyra, allí ponía el 24/03/1922.
También venía una gráfica en la que nos pareció entender que cada hecho que se produjera el día 23 sería acumulativo, de tal modo que si se conseguía que todos se produjeran, la energía (o lo que demonios se consiguiera con las muertes), crecería de forma exponencial.
En los últimos pasajes un tal Q había enseñado a Joe Sugar a conservar un cerebro en recipientes con forma de tubo, además parecía darle su apoyo para enfrentarse a Fernando Díaz. Querían introducir en la máquina el cerebro Blackwood Jr., esperar a que aquello que había en su interior, y a un tal Klikilik, se proyectara y usarlo para presionar a Fernando Díaz.
La explicación venía con un diseño de la máquina, y era exactamente igual que el de la habitación que vimos, incluso explicaba el uso de los cables, uno era «comunicación», otro «al. avanzada» y el último era «alimentación» ¡El cable que quitó Ren! Tyler salió lanzado hacia la habitación con los tres cilindros y conectó el cable de alimentación, esperando que el cerebro que estaba seguro que allí había, no hubiera muerto de inanición en un solo día.
Mientras Tyler estudia el diario de Joe Sugar, Ren estudia los manuscritos que encontró en el escondite del sótano. Gracias a que ya había leído algo relacionado, rápidamente se dio cuenta de que lo que estaba leyendo era un manual práctico de magia, nada de relatos horripilantes, descripciones angustiosas ni nada similar, era una especie de magia para ingenieros, breve y efectiva, concretamente explicaba como lanzar cuatro hechizos, de los que ya conocía uno.
Un hechizo servía para descubrir, dos para manipular mentes y el cuarto era para algo relacionado con viajar. Los estudió y consiguió aprender los cuatro. Para lanzar los hechizos hay que usar un poder que se encuentra en nuestro interior, y en algunos casos algo de magia que todos los humanos tienen innata, aunque unos más que otros.
Pensamos que el «poder» es lo que habían ido acumulando en cristales, y eso esperábamos, porque una vez consumes tu poder no lo puedes recuperar con el paso del tiempo, solo lo puedes robar a otro o dejar que alguien te ceda parte del suyo, así que los cristales podían ser de una utilidad increíble.
Los hechizos descubiertos servían para facilitar el aprendizaje de nuevos hechizos, para hacer olvidar algo (definitivamente), para obligar a hacer algo (durante un breve espacio de tiempo) y para abrir un portal que permite viajar en el espacio tiempo. De los cuatro, el único que exigía usar poder es el último, el resto funcionaba con magia.

Simón nos ayudó en la traducción de los papeles del servicio secreto portugués. Según los documentos varias facciones políticas gobernaban Portugal, una de ellas era conocedora de todo lo que en Santo Tomé y Príncipe sucedía, era la que, mediante un pacto con Joe Sugar, estaba sufragando los gastos de la presa con fondos públicos portugueses. El acuerdo con Joe decía que todos los objetos que aparecieran durante el proceso serían para ellos, además de un ejemplar de la Gran Raza de Yith, el cual tenían idea de estudiar y aprovechar esos conocimientos para crear armas que ayudaran a restablecer el antiguo imperio portugués. Por lo que allí decía, no parecía que el presidente de la República Portuguesa tuviera conocimiento de nada.
Hubo tiempo también para estudiar lo que había en las cajas donde encontramos nuestros efectos, por lo visto aquello era el destino de las pertenencias de los turistas cotillas de los últimos 5 años, así como de la gente incómoda de la ciudad. Está claro que esa gente no tenía problemas para hacer desaparecer a todo aquel que molestara.
Como nos habíamos quedado con la mosca tras la oreja al leer la correspondencia entre Fernando y Aesir, la estudiamos detenidamente, pudimos deducir que la organización tiene una estructura piramidal en la que Aesir no parece estar incluido. Aesir tenía algún contacto con Fernando, pero solo profesional y respecto a la presa, sin embargo entre Aesir y Joe Sugar si que había una relación más estrecha. Aún así, quedaba claro que Aesir era solo un peón.
Teníamos pendiente solucionar los papeles de las propiedades de Joe Sugar, había que pasarlos a nombre de Simón, y Mike era el más apropiado. Fue al puerto, donde contactó con los «comerciantes» de whisky a los que ya conocía y estos le hablaron de un buen falsificador. No fue barato, además, intentó aprovecharse de nuestra necesidad y se encontró con que fue el primer objetivo de los hechizos de Ren.
Al final pagamos dinero, pero obtuvimos unos papeles de los que nadie dudaría, Simón estaba satisfecho.

Mientras Tyler estudiaba el diario, Ren los hechizos y Mike conseguía los papeles de Simón, Eleanor ofreció sus conocimientos como capataz para dirigir a los «trabajadores» negros y que desmontaran el dique que desviaba el agua de la presa a la ciudad.
Sin asesoramiento de ningún ingeniero, y bajo el planteamiento de «solo hay que sacar piedras de un lado y ponerlas en el otro», los trabajos bajo su supervisión fueron bastante rápidos, lamentablemente no fueron lo efectivos que esperábamos, ya que la tierra retirada la amontonaron al otro lado del río consiguiendo el mismo efecto, pero tras un par de especificaciones, la tarea parecía funcionar.
Tyler corrió hasta la habitación del cerebro y conectó el cable de alimentación, luego, dominado por la curiosidad, también conectó el cable de comunicación, un «hola» infantil surgió del aparato, era Blackwood Jr. Intentó obtener información del muchacho, o de su cerebro, pero no tuvo éxito. Primero intentó aparecer como rescatador del niño, pero Jr tenía demasiada información sobre Sugar, Carmody y demás, por lo que rápidamente se dio cuenta de que Tyler no era ningún amigo de Joe Sugar, además, el chico no tardó demasiado en descubrir que no había sufrido ningún accidente y que no tenía los ojos y el cuerpo vendado, sino que su cerebro estaba flotando en un tanque metálico. Fue demasiado para él, Tyler tuvo que desconectar la comunicación cuando solo sollozos salían por ella.
Llegó la tarde, ya todos pudieron reunirse en la casa para iniciar el más importante de los interrogatorios, Fernando Díaz se había recuperado lo suficiente para poder hablar con él. Dadas las pocas dotes de los investigadores para el trato personal, se optó porque fuera Eleanor la que hablara con Fernando, y suerte que decidimos que los demás estaríamos presentes, los hechizos que había aprendido Ren los debía haber escrito Fernando, no hacía más que lanzar un hechizo tras otro a Eleanor.
Los hechizos de Fernando Díaz consiguieron que Eleanor olvidara que era una persona que había nacido en el mil y algo y llevaba en la tierra casi 1000 años. También se empeñó en liberarlo de sus ataduras varias veces gracias a un hechizo de dominación tras otro que lanzaba Fernando, pero que los compañeros de Eleanor evitaban.
Tyler pensó que podía hacerlo mejor, pero casi corre la misma suerte que Eleanor, rápidamente fue dominado y tuvieron que intervenir los demás para evitar que soltara a Fernando, solo se escapó de olvidar quién era realmente Fernando.
Viendo que ese camino no llevaba a ninguna parte optamos por amordazarlo y hacer que se comunicara con pestañeos, uno si, dos no. Habíamos ganado seguridad, pero seguíamos sin ser eficaces así que optamos por contarle parte de lo que había en el diario de Joe Sugar, y eso si que pareció afectarle, sobre todo la parte de la traición de Q y de Sugar, la que le dolió especialmente ya que Sugar era su aprendiz. Q era uno de los miembros de la Gran Raza de los Yith con el que solía contactar, al igual que Klikilik, aunque con éste desde hacía menos tiempo.
Oímos unos ruidos en la planta de bajo, primero dos golpes secos, como de cuerpos desplomándose, luego una especie de castañeteo, como clic clic clic, no costó mucho atar cabos y adivinar de dónde venía el nombre Klikilik y dónde se encontraba en esos momentos.
No nos veíamos capaces de sobrevivir a un enfrentamiento con un miembro de la Gran raza de Yith, así que le contamos a Fernando lo que Q había hecho con su hijo, y que si no paraba a Klikilik apagaríamos la máquina y lo mataríamos. La amenaza surgió efecto, desatamos a Fernando que salió al pasillo y dijo «Omar ¿Omar eres tú?» y allí estaba Omar, acompañado de un miembro de la Gran raza de los Yith, Klikilik.
Fernando nos dijo que podíamos irnos, pero Tyler se obcecó con que el trato no era justo, si quería irse debía darle algo de información sobre su objetivo. Fernando no quedó claro si se sintió magnánimo o simplemente le hizo gracia la amenaza, pero le respondió «Vamos a traer a la tierra la grandeza que entraña Cthulhu. Antes que nosotros vivió la gran raza de Yith, que tiene dioses y son reales«. Tyler quedó satisfecho con la respuesta, pese a que segundos después no la recordara y aún así siguiera sintiéndose satisfecho con la respuesta, por suerte Eleanor y Mike no estaban muy lejos y pudieron oírlo y recordarlo.
Os preguntaréis porqué Ren no pudo oír la respuesta, muy sencillo, aprovechando todo el alboroto había salido por el balcón y en ese momento se estaba descolgando por el balcón para salir huyendo de allí.
Cuando Eleanor, Mike y Tyler se estaban alejando una discusión comenzó entre Fernando y Omar de la que solo pudieron entender «Una polla como una olla«, inmediatamente después el ruído klik klik klik reanudó y el pánico apresó a los investigadores.
Los tres echaron a correr, en plena carrera Tyler iba arrancando las lámparas de aceite de las paredes y arrojándolas tras de sí intentando dañar/ralentizar a tenacitas. Mike disparó un par de veces, Tyler también, el yith sacó algo parecido a un arma y disparó un arco de electricidad que pasó junto a los dos.
Ren volvió a aprovechar la confusión para volver a por el baúl en el que estaban todas sus cosas mientras el Yith volvía a disparar, esta vez con mejor puntería, demasiado buena, Mike cayó al suelo, luego Eleanor, los dos estaban muertos en el suelo. Tyler seguía disparando, el Yith se seguía acercando y al pasar junto a una puerta Ren salió de la oscuridad y le clavó el machete tras el cuello, el siguiente disparo de Tyler fue el definitivo, el monstruo fue derrotado.
Podían haber cogido alguna pinza o incluso al ser para poderlo estudiar, pero ni se lo plantearon, sus compañeros estaban en el suelo agonizando, así que mientras Tyler los cargaba en la parte trasera de un carromato, Ren fue a salvar su baúl y lo colocó junto a sus compañeros.
No podíamos volver al hotel, no sabíamos que sitios de la ciudad podían ser seguros, pero Mike y Eleanor iban a morir de un momento a otro, así que pese al riesgo fueron a la casa del médico que les asistió la otra vez, y con mucha suerte, pero mucha, consiguió salvarlos.
15/02/1922. Miércoles
Pasamos la noche en la casa del médico, los rumores en el pueblo por la mañana eran que el fuego de la casa de Joe Sugar había podido ser controlado gracias al agua de la presa cercana, lo que levantó nuevos rumores, nadie entendía como podía tener agua si se suponía que no estaba acabada. Los peores rumores eran los de los cuerpos, al apagar el fuego de casa de Joe Sugar habían encontrado varios cuerpos con la cabeza seccionada, el principal sospechoso era Aesir que había desaparecido, aunque no cabía duda de la autoría Klikilik.
Necesitábamos cobijo y protección, solo Filomena y Simón creíamos que tuvieran la capacidad para hacerlo, y optamos por el mal conocido, Simón, así que a su casa fuimos. A lo largo del día nos acomodamos y le fuimos contando el riesgo que aún corría la ciudad, la presa estaba acabada, Fernando había escapado, la posibilidad de que volviera y pusiera en marcha su plan el día 23 era manifiesta. Nosotros ya no podíamos hacernos cargo, dos ciudades corrían un riesgo terrible, el día 23 tendrían miles de muertos y ellos no habían sido avisados como Santo Tomé, así que tendríamos que hacer algo por ellos, Simón tendría que acabar en Santo Tomé lo que habíamos empezado, nuestros familiares se encargarían de Sinkiang y nosotros de Madagascar.
Un nuevo problema surgía, el próximo barco de línea llegaría en 10 días, y por rápidos y afortunados que fuéramos con los empalmes, solo tendríamos una semana de plazo para parar lo que a Madagascar le esperaba, el viaje por portal de Ren era nuestra mejor opción, pero claro, el consumo de poder que conllevaba era un caro peaje para Ren, así que dedicaríamos todo el tiempo libre que tuviéramos a leer los libros encontrados en casa de Joe, cada uno de nosotros leería uno, había que encontrar como pasar nuestra energía a Ren, y lo que aún sería mejor, como usar la energía acumulada en los cristales.
Y leyendo dejamos a nuestros investigadores, ya era hora de coger la mascarilla y volver a casa, el domingo finalizaba.