18/12/2018. Pathfinder. Juan (DJ), Leo (Hanka), JC (Karil) y Sento (Englier)
Y allí seguíamos, rodeados por un Goblin mutado gigantesco (Kano), un mono raro que se comía sus babas verdes, un treant y un aliosaurio enorme. Sinceramente, la cosa no pintaba demasiado bien, es más, la cosa no pintaba nada nada bien.
Utilizando sus técnicas oscuras, Hanka intentó esconderse del treant y que se apañaran sus compañeros con él, pero no lo consiguió, era difícil escaparse de un árbol en un sitio plagado por todas partes de enredaderas. A favor de Hanka diremos que la verdad es que iba muy tocada, recordemos que en la partida anterior había intentado atravesar los barrotes mágicos, y casi acaba loncheada cual jamón serrano envasado de supermercado. Viendo el panorama, Hanka no tuvo más remedio que huir, y en dirección a Englier, a ver si entre garra y garra podía curarla un poco.
Por otra parte teníamos a Englier, que parecía sudar, pero no, eran las babas del alosaurio que goteaban sobre su cabeza. El bicho lo envistió, Englier lo esquivó, intentó golpearlo, nada, la cabeza del bicho estaba demasiado alta. Golpes, garrazos, pisotones, intentos de aplastamiento, aquello era un espectáculo.
Por último, dentro del recinto cerrado por el hechizo de barras cortantes, estaba Karil con el Kano mutado y el mono peligroso. Karil lanzó alientos de dragón, golpes, maldiciones,… pero la lucha era muy igualada, el mono tenía poderes mágicos bastante potentes, y de su protección física se encargaba el retrasado de Kano, ya fuera con los brazos o escondiendo al mono entre los pliegues de carne de su estómago. Sorprendentemente, era una combinación bastante poderosa, el mono lanzaba hechizos, y Kano lo protegía preguntando porqué atacaban a monito (¿monito? Menudo cabrón peludo enano!) Y si esto no fuera bastante complicado, se añadía que Karil no quería matar a Kano, teníamos que interrogarlo, así que se contenía con los golpes. Vamos, una fiesta.
Englier hacía pareja con Hanka, mientras el treant trataba de llegar a ellos (se movía casi tan rápido como Englier), él curaba a Hanka y ella cosía a flechas al alosaruio. El combo funcionó y el bicho al final cayó
Ya solo quedaban tres enemigos, el treant, Kano y el mono. Kano seguía sin atacar, solo defendía al mono, que no paraba de darle a Karil, hasta que éste dejó inconsciente a Kano, ahí sí que se las vio putas el mono, pero estuvo hábil, curó lo suficiente a su escudo, a Kano, para que siguiera defendiéndolo de Karil, lo que no se esperaba era la reacción de Karil, que en lugar de atacar, esta vez lo cogió de las patas y lo lanzó contra los barrotes, y ahí acabó el mono, y Kano, si, Kano, al muy tonto le dio por seguir a monito hacia los barrotes, donde además de los barrotes cortantes le esperaba Hanka con el arco y muchas ganas, así que la cosa acabo con un monito muerto, medio Kano a cada lado de los barrotes, otra pieza que le quitaba Hanka a Karil, y nadie a quién interrogar sobre Irila 😒
Si, si, el treant aún estaba por allí, pero hablamos con él y llegamos a un pacto de no agresión, es más, nos contó que el mono se llamaba Simm, era ese mono el que lo había convocado y el que había transformado a Kano. Simm convocaba gente como nosotros (humanos), con los que hablaba y luego se iban por donde habíamos entrado nosotros. Igual las famosas reuniones del Rey con Kano no eran realmente con Kano…
Antes de que treant se fuera, Karil le ofreció un puñado de tierra del bosque de las hadas, algo que el trent agradeció mucho, notaba el poder en la tierra.
Ya sin enemigos cerca, investigamos el cadáver de Kano, había mutado mucho, pero no tenía nada interesante a excepción de la baba verde, baba de la que sabíamos que tenía magia a nivel Dios, que transformaba lo que la rodeaba y que no sabíamos cómo transportar hasta que Englier propuso celebrar la victoria con dos botellas de vino que llevaba para estas ocasiones, consiguiendo así dos recipientes perfectos para las babas.
Descansamos un poco y subimos a la parte superior, que dado que ya no habían guardias la pudimos registrar sin problemas, aunque no encontramos nada interesante. Nos escondimos en las proximidades para esperar por si venía alguien a entrevistarse, y aprovechamos para pasar la noche.
Por la noche tuvimos un sueño común (del que Hanka no se acordaba), en él viajábamos a un sitio no muy lejano donde habían serpientes que volaban, unas serpientes que se llevaban bien con los escorpiones, todos estaban evolucionando como para formar un ejército, aunque de repente los escorpiones dejaron de cambiar, y ese parón había sido por algo reciente, tal vez por acabar con el mono.
Algo nos decía que teníamos que conseguir el mismo efecto de los escorpiones con las serpientes, pero ¿dónde podíamos encontrar las serpientes?
No podíamos volver a Jaibul (pobres de nuestros compañeros allí alojados a los que solo pudimos enviar un mensajero para avisarles de nuestras intenciones), así que partimos hacia el norte, a Asandapur, allí localizamos un alquimista, al que le dimos una muestra de las babas, a ver si nos decía que podían ser.
Mientras Hanka ataca la colección de bebidas de la taberna, Englier y Karil visitan el templo de la ciudad a ver si encuentran información de las serpientes aladas, y tienen suerte! Por lo visto esos animales existen, los usan más al norte para cuidar del ganado, como si de perros pastores se trataran.
Con esa nueva información seguimos dándole vueltas al sueño, pero no conseguíamos interpretarlo, tal vez los escorpiones y las serpientes fueran bandos que se iban a enfrentar al Maestro, no lo teníamos nada claro, no quedaba más remedio que encontrar la ciudad de las serpientes aladas.
Esperamos en la ciudad un par de días, para dar tiempo al alquimista, y pasado ese plazo fuimos a su comercio, la puerta estaba cerrada, en el interior encontramos algo parecido a lo que ya vimos, una especie de telaraña y en el centro un cuerpo transformándose en algo similar a lo de Kano, por suerte (para nosotros y puede que para él) había muerto durante la transformación.
Con cuidado de que no nos vean, pegamos fuego al local para evitar que el mal se propague, un poco de aceite bien repartido, yesca, pedernal, y el edificio salta por los aires mientras nos alejamos silbando como si no hubiéramos roto un plato en nuestra vida.
Rumbo a Sandapur, la ciudad más al norte, oímos silbidos, como si fueran una forma de comunicación, y a lo lejos un rebaño rodeado de serpientes aladas que lo guiaban, íbamos por buen camino.
Llegados a Sandapur nos dirigimos a la posada, donde nos pusimos a buscar información de todo tipo y color. Por lo que nos cuentan, en esta ciudad no han cambiado de dioses y no se están preparando para la guerra,… Lo único reseñable era que cada día había menos serpientes y que cada vez costaba más adiestrarlas.
El tema de las serpientes y su domesticación era complicado, en Sandapur habían dos tipos de serpientes voladoras, culebras y víboras, las que se usaban para el pastoreo eran las primeras, ya que las víboras son muy agresivas y cuesta mucho domesticarlas. Las víboras necesitan de las culebras, los dos tipos de serpientes hacen sus nidos en la zona pantanosa, dónde las víboras ponen sus huevos en varios nidos de culebras, ya que sus crías se matarían entre ellas, lo que hace que la población mayoritaria sea la de víboras, no la de culebras, así que algo raro pasaba si lo que se encontraba en mayoría eran las víboras. Uno de los parroquianos de Sandapur nos comentó que todo comenzó en Gom, así que allí nos fuimos.
En Gom nos contaron que para el adiestramiento de serpientes utilizan una hierba que es una golosina para ellas, menta de serpiente, una planta que les encanta y que además las apacigua, les quita agresividad (a los dos tipos de serpiente), pero que esta planta está desapareciendo, cada vez hay menos, el precio se ha disparado y ya muchos pastores no pueden comprarla.
Localizamos un tendero, Micalva, suministrador habitual de menta de serpiente a los pastores de la zona. Nos enseñó una pequeña muestra que guardaba en el interior de una caja fuerte, ya que el coste era elevadísimo. Propusimos hacer un pacto comercial con él, tratar de solucionar los problemas de distribución, arreglar el problema de los escorpiones y serpientes, y de paso ampliar nuestro negocio (que lo tenemos un poco abandonado), pero nos llevamos una sorpresa al averiguar que el problema no era de suministro, era de protección! Por lo visto cada cierto tiempo, unos soldados con acento alemán (aunque no saben de dónde proceden), con armaduras completas aparecen en la tienda y requisan casi todo el suministro, y que la próxima visita sería en dos días.
Por fin una buena pista, una fecha, un enemigo y un lugar de encuentro, esto tenía buena pinta, esto sonaba a que ya teníamos un plan… 😊