Juego | Exo |
Fecha | 09/090114 |
Campaña | Exo 808 |
Lugar | Manises I |
Asistentes | Chema (Liralaf), Germán (Max), J.C. (DJ), Juan (Huk), Leo (Gustav), Sento (Reinhard), Victoria (Víctor). Artista invitado: Junior y el niño. |
El mensaje recibido del mando al final de la pasada sesión les había dejado un poco desanimados. Estaban en Rexen, en medio de lo que parecía una incursión iroiendi y se habían quedado solos. Todos pensaban que podrían recurrir a la caballería (llamada 6ª flota) en el momento importante y que sus acorazados aparecerían desde el subespacio y llenarían la zona de muerte y libertad refepera. ¿Por qué si no se habían arriesgado a desactivar los misiles de Carum 2? ¿Y si los iroiendi decidían traer una de sus naves, qué le iban a lanzar? ¡¿Piedras?!
El Incidente en Puerto Rexen
Como en otras ocasiones, los miembros de la 808 decidieron visitar a su amiga Ilora en el bar en la zona independentista de Puerto Rexen. No sé si les gusta la muchacha o el bar. El caso es que llegaron y descubrieron que las gemelas no estaban visibles y pensaron: «quizás sea un buen momento para intentar volver a allanar su casa». No se lo pensaron mucho, se dividieron en dos grupos: Huk, Gustav y Max acudieron a casa de las mujeres y Reinhard, Víctor y Liralaf fueron al bar.
Nota: la estrategia favorita del grupo, separarse para volver loco al DJ, pero les tenía preparada una sorpresa.
Huk se aproximó a la puerta de las gemelas y, ahora que sabía que habría alarmas, intentó sortearlas para que no avisaran a nadie. Gustav vigilaba y vio algo sospechoso en el techo. Se acercó. Ese techo parecía estar moviéndose. Un punto rojo apareció en su pechera. La cosa empezó a complicarse. El techo se desprende de golpe y del techo cae una de las mujeres que, sin mediar palabra, intercambia proyectiles con la 808. Sólo es una mujer y nosotros somos un recio grupo (o medio grupo) de aguerridos exos. A por ella. Gustav ataca, Max se esconde buscando cobertura en una casa del pasillo y Huk pone distancia andando hábilmente hacia atrás.
El primer disparo de Gustav alcanza a la mujer, pero, misteriosamente, se desvía. Ha aparecido sobre su piel una armadura que desvía los disparos. ¡Una armadura ghar! (piensan aquellos que habían leído la revista de ese mes). La cosa se tornaba complicada porque ellos, para no delatar su condición de exos, iban a pecho descubierto. La muchacha no es tonta y sabe que en caso de inferioridad de número, lo suyo es acercarse a distancia de cuerpo a cuerpo lo que evitará los disparos del resto. Eso es lo que hace y con su pistola en la derecha y una vibrokatana en la izquierda, se lanza a por el novato (Gustav). Max decide que es un buen momento para salir de su escondite y pegando su enorme cuerpo con alas a la pared intenta flanquear a la muchacha pensando que el casco ghar que lleva en la cabeza reducirá un poco su visión periférica.
Hachazo a Gustav que lo deja tirado en el suelo y disparo a Max (¡toma visión periférica!) que también lo deja tumbado en el sitio. Huk no está en su línea de visión.
Mientras tanto, en la taberna de Ilora, las cosas se han complicado. Intentan acudir en ayuda de sus compadres, pero una mujer aparece en la puerta y les dice que se anden con cuidado. Reinhard (quién a veces parece que no le funciona bien el emtradre) se da media vuelta, empuja al niño detrás de la barra donde Ilora ya se estaba agachando y saltando sobre ella a estilo «fosbury» saca su pistola e intenta sorprender a su agresora. Toda la escena la hicimos a cámara lenta porque, entre otras cosas, Reinhard tienen una iniciativa ridícula (2), así que la muchacha les obsequió con una ráfaga de ametralladora que dejó a Liralaf tumbado en el suelo (¡sólo tienes 6 puntos de vida!). Víctor, el último de la ráfaga se salvó.
«Nadie se pone a pegar tiros en mi local» respondió Camut, la irascible pareja de Ilora. (¿»mi» local»? ¿Se estará volviendo refepero este Camut?). La mesa que tenía delante salió volando partida en mil pedazos y a la gemela le derribó el impacto de un minicañón portátil que Camut escondía bajo la mesa para librarse de los problemas. El impacto empujó a la muchacha contra la pared, pero la armadura (¡dos armaduras ghar en la misma partida! ¡Este DJ quiere matarnos!) le salvó de una muerte segura. Un poco aturdida aún, salió del local y escapó de la, sin duda, terrible segunda andanada de Camut.
Las gemelas debían estar en comunicación de alguna forma porque ese mismo momento fue el elegido por la segunda gemela para desaparecer del combate. El mismo instante en el que Huk había decidido acercarse a combatir. Al llegar a la altura dónde la mujer dejo caer su capa de camuflaje, la recoge distraidamente (no vaya a tropezar alguien)
«¡Ay!» decían los exos.
Nota: estas cosas pasan por dividir la fuerza de combate en grupos más pequeños; a esta técnica de dirección se la conoce con el sobrenombre de «técnica árbol».
Tras unas horas en la sala de recuperación y resurrección (R&R), la 808 vuelve al bar de Ilora a llo… solicitar ayuda para detener a los iroiendi. Camut es un negociador duro y, al final, consigue un acuerdo interesante (para Camut). A cambio de la ayuda de su gente (la facción de Rexen Libre), la RFP se compromete a respetar la independencia de Rexen (la cual se declarará en breve) y a reconocerla oficialmente. Tamaño acuerdo requiere la aprobación del mando (la que, para su sorpresa, reciben).
Nota: como si el mando de la RFP hubiera respetado muchos de estos acuerdos.
Salvando Adur
El siguiente paso es desconectar los explosivos de Adur. La 808 había detectado restos del explosivo en la órbita de Adur, pero no habían tenido tiempo de investigarlo hasta ahora (claaaro). Viajan de nuevo en las barcazas de carga de Rexen, pertrechados con sus trajes de vacío (por cierto, les tocó conseguir uno para el niño) y llegan a Adur. Detectan una zona con una energía similar a los campos holográficos que ya habían visto y se aproximan a ella. Gustav, como experto en explosivos, camina delante y, por tanto, es el primero en ver la araña iroiendi que se aproxima a toda velocidad.
Nota: fue en este momento cuando les recordé que un impacto, haga o no daño, implica la rotura del traje de vacío.
¡Histeria total!
Dispara, dispara. La araña salta y se ayuda de retropolpulsores para orientar sus disparos. Gustav es alcanzado, empieza a perder aire rápidamente…
Dispara, dispara. Un impacto hace que la arña empiece a dar vueltas. Liralaf se acerca a Gustav para intentar remendarle el traje, pero Víctor llega antes y en un alarde de técnica le quita el casco para poder meter la mano y tapar el agujero por dentro. Gustav se pone morado.
Dispara. Dispara. La araña está volviendo. Huk apunta y la vuelve a mandar a dar vueltas por el espacio.
Gustav empieza a murmurar cosas sobre la madre de alguien cuando le vuelven a poner el casco.
Dispara. Dispara. Y la araña vuela en mil pedazos.
Nota: una de las cosas que les había facilitado Camut era balas perforantes. Las arañas iroiendi se muestran más sensibles a las AP.
Por fin reparan el traje de Gustav, la emergencia parece hacerse contenido.
En el interior descubren que, en esta ocasión, el explosivo no está contenido en ollas sino que lo han dejado almacenado en el interior. La grieta de entrada es muy pequeña y con la rotación del planetoide tiende a quedarse dentro de la grieta. Hay muchísimo explosivo, pero mucho mucho.
Tras mandar a Junior a desconectar los láseres, Gustav se encarga de desactivar el detonador. Pensaron en quitar el iniciador, pero vieron que los cables se internaban en el mar de explosivos y la imagen de uno de ellos rodeado de explosivos el DJ, perdón, los iroiendi con el dedo en el gatillo no les dio buenas vibraciones.
La sorpresa final
Como estaban cerca, decidieron acercarse a Icional para hacer una inspección preliminar de los misiles allí instalados. Al llegar, descubrieron que había dos zonas holográficas y tras acceder a una (no sin dejar de vigilar la posible presencia de arañas), se encontraron con una puerta enorme, muy grande. Aquello no parecía la salida de un silo de misiles. Al menos no se parecía a la que habían visto. Se parecía más a la puerta de un hangar. ¿Qué habría detrás de ella? Recordaron, en ese momento, que cuando intentaron desembarcar en Icional con el ferry, un reclutador libertario no les dejó pasar de la puerta. O se inscribían en la causa e iban a un cursillo de formación o no podrían acceder a Icional. ¿Cómo descubrirían lo que hay dentro?
«Veamos si hay alguna otra entrada»
Una interesante inspiración que les permitió descubrir unas entradas pequeñas en el lateral del aseteroide. ¿A dónde llevarán? ¿Para que sirven? Da igual, abre y lo averiguamos. La posibilidad de dejar sin aire a todo un asteroide es insignificante con las necesidades de un exo. Afortunadamente, los ingenieros libertarios han descubierto las esclusas estancas y las dobles puertas. Descubren que están en una especie de rampas de lanzamiento de cápsulas de emergencia. De hecho, tienen que rodear una de ellas para poder acceder a la puerta que da acceso al interior… ¡un hagan repleto de cazas iroiendi!
¡Queeeé!
Un hangar repleto de cazas iroiendi. Había algunos robots de producción (modelos conocidos, nada de arañas) algunos robots de limpieza (¡como Junior) y algunos trabajadores, libertarios, vestidos con monos de trabajo. Ellos, con sus trajes de vacío o su ropas de calle iban a llamar mucho la atención y conseguir uno de esos monos de trabajo resultaría complicado. Reinhard miró a Junior con cara sensible y el pobre robotijo supo lo que se esperaba de él. Un pitido lastimoso y empezó a deambular por el hangar. Nadie le prestaba atención.
Los cazas iroiendi estaban en diferentes fases de construcción. Terminados parecía que sólo había dos e iban estando más retrasados según ibas avanzando en la fila. Aunque parecía que había cierto orden de manufacturación, también se notaba cierto caos. La construcción no seguía un ritmo lógico y alguno modelos en la parte final de la línea tenían piezas que les faltaban a modelos más adelantados.
Junior se introdujo en una sala lateral a la que había visto entrar a varios operarios y robots. Allí descubrió un sistema de control de la prodcuiión, una pantalla con el porcentaje de trabajo realizado en cada modelo. También descubrieron dos pantallas que controlaban los explosivos de Puerto Rexen y Adur con un cartel que rezaba «No tocar» al lado de un botón rojo. Junior se topó con unas botas y al alzar la cámara para ver, vio:
Piiiiiiii
Rápido, vayámonos de aquí. ¡Rápido Junior!
Piiiiii