
11/10/2020. Juan (DJ), Alan (Marvin), Scott (Kravin), JC (Karil), Sento (Englier)
Tras acabar con el lich, y antes de comenzar a lamernos las heridas, revisamos los tres sarcófagos, en ellos encontramos libros de conjuros muy dispares, el lich había guardado los spellbooks de todos los asesinados a lo largo de los años, también estaba su spellbook, una fortuna en materiales de conjuros y alguna cosilla más:
- Una botella de muro de humo – Kravin
- Amuleto Medallón contra golem (los detecta a 60 pies y les elimina la reducción de daño) – Karil.
- Bastón sombras hambrientas (10 cargas) – permite lanzar conjuros gastando una carga – Kravin.
- Brazales armadura +2 (Bolsa)
- Banda inteligencia +2 rangos en nobleza y spellcraft – Marvin
Fuimos a descansar a The Abjurant Halls of Envy, que se había convertido casi en nuestra nueva casa (igual estábamos cogiendo demasiada confianza), al llegar, por no seguir oyendo a Englier, Kravin usó uno de los hechizos de su nuevo bastón de la sombra y teleportó 110.500 mo al orfanato Threshold.
Tras el descanso y antes de partir hacia The Vault of Greed, cogimos Etilio, el líquido de la piscina, con ese hacían 3 los elementos recolectados.
En la entrada a The Vault of Greed habían reactivado la trampa de niebla ¿que como nos dimos cuenta? pues porque había niebla y nada más atravesarla teníamos un Marvin menos y un pez naranjita más. Por suerte la fuente de los Mephits había sido reconstruida, no nos recordaban pero pudimos volver a ganarnos su confianza y gracias a eso, un pez naranja.
Orkidon, el mago de mitril, estaba en su sala de experimentación, nos estaba esperando (a saber cómo se enteraba de las cosas) y no nos puso ningún impedimento para recoger líquido de la piscina de los arcanos elementales. Fue Karil quien se acercó y tuvo que resistir el tirón del alma, pero lo consiguió y con ese elemento ya iban cuatro !estábamos en racha!
Antes de irnos le pedimos una poción a Orkidon, que Marvin fuera un pez naranja tenía sus ventajas, como que no te podía dar con una bola de fuego, pero la conversación dejaba mucho que desear, así que lo bañamos con la poción y recuperamos a nuestro mago por lo que ya era el momento de investigar una nueva sala, esta vez seríamos lujuriosos, tocaba The Iron Cages of Lust.
El pasillo nos llevó a una sala colosal con 12 columnas que soportaban un techo a 30 metros de altura. Al lado de cada columna se encontraba una jaula de 3 metros por 3 confeccionada con barrotes de oro, plata,… la mitad de ellas estaba vacía y la otra mitad tenían cuerpos humanos en descomposición, a excepción de una en la que había un hombre mugriento medio desnudo. En medio de la sala se encontraba una especie de jaima hecha con lo que parecían sedas casi transparentes.
Lo primero fue dirigirse a la jaula del hombre moribundo, contra lo que nos había parecido, Mut, que así se llamaba el hombre, estaba completamente desnudo y se encontraba consumido, algo o alguien le había absorbido su esencia, solo nos pedía que no gritáramos para no despertarla, los demás ya habían muerto bajo los besos de ella, no quería ser el siguiente pero tampoco quería ser liberado, quería seguir allí, con ella.
Ella debía ser la guardiana y la jaima su residencia, así que hacia allí nos dirigimos. Fue poner un pie Englier en el interior cuando un símbolo grabado en el suelo brilló con una luz cegadora confundiendo totalmente a Marvin. No perdió totalmente el control porque Englier no paraba de curarlo, pero la cosa se complicó aún más, aparecieron cinco gigantes, dos dríadas y dos alu-demons.
Hubo tortas como panes por todas partes y en todos los bandos, el único que se escapó del follón fue Marvin, un alu-demon lo había convencido de la buena idea que era ponerse en bolas en medio de un combate, y ahí estaba él quitándose piezas de armadura mientras los demás repartían y recibían golpes.
Entre los que recibían más que daban tuvo un papel estelar Kravin, que parecía un imán para los puños de los gigantes. Englier decidió probar algo nuevo y se fue a por una de las driadas oculta tras la gasa de la jaima, inteligentemente pensó en golpearla a través de la gasa, seguro que no se esperaría un ataque así, y efectivamente no se lo esperaba porque no era posible, la todopoderosa maza de Englier golpeó la gasa y la gasa ni se inmutó, debía ser piel de político español (conocida en todas partes por su dureza), porque ni una marca dejó la maza.
Un grito se oyó en el interior de la jaima, algo como “a mí la legión” versión dungeon, un “hijas a mi” y todos los seres desaparecieron en el interior de la jaima.
Dos gigantes se quedaron fuera, seguramente tanto trompazo los había dejado sordos, y fueron testigos de cómo Marvin se puso por fin los pantalones, por lo visto el abandono del alu-demon había frenado su deseo exhibicionista pero había desatado su deseo de venganza, así que se lanzó a por los dos gigantes (sin armadura ni nada, a pelo como los legionarios). Poco pudo hacer, cuando estaba a punto de llegar apareció Karil y terminó con uno de ellos, dijo que era por ayudar, pero fue un ruiseñor en toda regla y una putada para Marvin, que allí estaba él, espada en una mano, sujetando los pantalones con la otra, compuesto y sin gigante. Lo del otro fue aún más humillante, vio lo que le esperaba y se suicidó con su porra flácida.
Aquello clamaba venganza, y curación (porque habíamos pillado más que antisistemas huyendo de la policía por un callejón sin salida). Así que usamos cinco minutos en curarnos lo imprescindible, vestir a Marvin y entrar en busca de venganza.
Las paredes del interior de la jaima eran también de gasa (raro hubiera sido que fueran de pladur), y sus pasillos nos condujeron a una sala con cuatro camas, junto a ellas, en las esquinas, habían unos curiosos aparatos que servían para sujetar personas (dejémoslo en homínidos) a la cama, unos tenían aros pequeños envueltos en pelo unidos por cadenas, otro unas cintas de cuero,… algunos habíamos visto sistemas similares en alguna sala de tortura, pero estos no eran exactamente iguales. Bajo de las camas no había nada a excepción de una extraña mochila, un Handy haversack (una mochila de todo a mano), que rápidamente Kravin se colgó al hombro arrojando su Bag of Holding a Englier.
La última sala estaba llena de un denso humo, un olor a algo parecido a incienso inundaba nuestras fosas nasales. En opinión del paladín, la acción de Kravin de lanzar una brutal bola de fuego en su interior antes de entrar o averiguar que había dentro de la sala, había sido de lo más prudente que había visto en mucho tiempo. Y efectivamente funcionó, la niebla se disipó y permitió ver en su interior a dos figuras humanoides con tamaño de niñas, pero con garras en lugar de tiernas manitas, y con un aura de luz luminosa tipo ring.
Sin preguntar ni a cuanto, las tiernas niñas lanzaron un rayo a Kravin (es que este hombre pilla todo en los sorteos, empezamos a pensar que lo de que Marvin siempre pifie es algo genético). No eran tiernas niñas, eran malvadas Shining childs.
Un “¿Ha dicho malvadas verdad?” se oyó resonar, y una sonrisa afloró en los labios de Englier.
Karil y Marvin fueron los primeros en atacar (cuanto antes acabara el combate menos posibilidades de pillar tendrían, una lógica aplastante), con lo que no contaban era con que las niñas al golpear metieran fuego en el interior de tu cuerpo. Marvin fue el primero en darse cuenta y no le moló nada. Englier viendo el peligro se abalanzó sobre ellas mientras preguntaba “¿Seguro que ha dicho malvadas? que otras veces lo ha dicho y luego la cucaracha…” era tal su cara de felicidad que las dos niñas malvadas, o monstruitos, se olieron que ahí algo no cuadraba y se abalanzaron sobre él, lo que fue una idea de pena porque si que eran malvadas. La primera solo aguantó dos golpes, y la segunda poco más, porque el ansias de Karil apareció y también soltó unos guantazos que ni tu madre tras pisar lo mojado (ver aquí).
Ya sin niebla (benditas bolas de fuego), pudimos ver desperdigados por la sala un montón de objetos/juguetes muy lujosos, de claro contenido sexual que no especificaremos aquí para no cambiar el PEGI de la web, solo indicar que algunos no teníamos muy claro su uso/aplicación. Se trataba de una muy valiosa colección pero de muy difícil colocación (que maravilloso es el lenguaje).
Esos juguetes eran el quinto elemento (y suponemos debido a tanto juguete y tanta seda, la imagen de una joven de muy blanca piel, pelo naranja y por ropa un par de cintas del mismo color nos vino a todos a la mente).
Ya con calma miramos el handy haversack de Kravin, en su interior había 6 pociones de heridas moderadas (que se repartieron equitativamente, una poción de enfermedad y otra de quitar parálisis (que se dejaron en la mochila). Englier no hacía más que abrazar su nuevo Bag of Holding, por fin las dos espadas malditas estaban bajo su custodia, pronto encontraría un lugar donde destruirlas.
Y hasta aquí llegó el día, ya eran las nueve y el toque de queda estaba próximo.