20/10/2019. El anillo único. Perico (DJ), JC (Hans), Chema (Thonismund), Germán (Delileron), Sento (Ostag), Leo (Astaldo)
26 mayo 2947
Tras la batalla con los desertores vinglundinos alguno de nuestros aventureros había quedado bastante herido, por suerte contaban con Hans entre sus filas, ninguna herida era lo suficientemente grave como para no poder curarla con algunas telarañas, un par de esputos y algo de orina de jabalí. Lo más complicado era el último ingrediente, los jabalís no llevaban nada bien el ser ordeñados.
Entre cura y cura, Ostag y Thonismund registraron los cuerpos de los desertores muertos en busca de armas, escudos,… aunque acabaron vaciando sus bolsillos, lo que les supuso cuatro tesoros y algún puntito de sombra de regalo, la excusa de la ecoresponsabilidad no esquivó a la sombra.
Liberaron a los presos y los acompañaron hasta la granja de Blacktom, no podían dejarlos solos por si había más tunantes, y esa granja era la más grande y segura en los alrededores. Aprovechando el viaje decidieron descansar allí unos días y así recuperarse de las heridas.
1 de junio 2947
Tras un pequeño debate sobre la posibilidad de ayudar a la hija de Vinglun (siempre hay que defender a los hermanos beórnidas), o dejar tranquilos a los vinglundinos con su guerra civil y continuar hacia casa Beorn, se decantaron por esta última, eso sí, aprovecharían para pasar por Epiquismund a ver a la familia de Thonismund.
Viajaron a pie, un viaje más tranquilo de lo que esperaban, hasta que cruzaron el río Anduín por la “Isla de los árboles estranguladores”. Cruzando el islote vieron como las enormes lianas de los árboles que allí había comenzaron a moverse, era un movimiento extraño que no podía ser achacado al aire porque no soplaba. Súbitamente una de las lianas se enroscó al cuello de Thonismund, sus compañeros se lanzaron raudos en su ayuda partiendo las lianas con hachas y espadas, lo que se convirtió solo en un susto e hizo que no se acercaran a ningún árbol más mientras atravesaban el islote.
10 junio 2947
Por fin llegaron a Epiquismund, si, sólo habían sido diez días, pero se les hicieron muy largos. Por suerte a su llegada Epiquismund se encontraba en fiestas, hubo hidromiel y pastelillos de miel horneados dos veces para todos. Entre jarra y jarra, les comentaron que en el sur el tema estaba muy caliente, al parecer había movimientos de gente vinculada al hechicero, gente que hacía mucho tiempo que no veían.
14 junio 2947
Pasamos unos días descansando en Epiquismund, pasados los cuales partimos hacia casa de Beorn pasando por casa Ostag, que quería ver si seguía en el sitio, si se la habían ocupado, o si el agujero abierto por los enanos se había cerrado solo.
17 junio 2947
Poco tiempo pasaron en casa de Ostag, al ser una granja en medio de la nada, ni fiesta de bienvenida, ni música, aunque sí algunas conservas que guardaba para emergencias.
18 junio 2947
Por fin llegaron a casa de Beorn. Fue llegar y ponerlo al día de todo lo averiguado, los Orcos del ojo rojo en Gundabad, la muchacha que allí vive, la guerra civil vinglundina,…
Sobre los vinglundinos les dijo que mejor dejar las cosas como estaban, mientras se maten entre ellos los demás están tranquilos, lo que sería un problema es que el conflicto se expandiera.
Los orcos del ojo rojo vienen de Mordor, pero ¿por dónde demonios han subido a Gundabad? estaba claro que por el Anduin era imposible, aunque no tanto como por Lórien, lo más posible es que hayan subido por Dol Guldur o tal vez pasaran por la Torre del Elfo, de la que hay rumores de que tiene nuevo habitante.
Beorn no quería enviar nadie a Dol Guldur, era demasiado peligroso, así que decidieron hablar con Radagast y según la información que les facilitara, visitar la Torre del Elfo o no.
Era posible que ahora que su fama había aumentado, Radagast les hiciera caso y todo.