El Anillo Único (XI) – Hwalda la cazadora


The_One_Ring

30/06/2019. Perico (DJ), JC (Hans), Sento (Ostag), Scott (Blain), Leo (Astaldo), Chema (Thonismund), Sirvent (Eyvindr)


Tras un mes en la torre de vigilancia ya estábamos aburridos de la lluvia, de las cabras y los conejos. Los primeros días, en los que nos dedicamos a explorar la torre y en rehabilitar las zonas de convivencia fue emocionante, aunque pasado el mes la rutina se había convertido en uno más de nosotros.

La torre era de cinco alturas, ninguna visible desde el exterior. Era una estructura bastante sencilla pero inteligente, por ejemplo las hogueras no se podían ver desde el exterior.

La vigilancia de Gundabad era nuestra prioridad, pero la caza no se quedaba atrás, y fue en una de las partidas de caza cuando Thonismund descubrió que no éramos los únicos cazadores de la zona, parece que un humano compartía la zona con nosotros, algo muy extraño, esa era una zona nada habitual, nadie subía allí para cazar, era demasiado peligroso.

Por la zona encontrábamos regularmente gran número de huellas de goblins, la actividad era muy grande, pero en algunas ocasiones encontramos algunas de lo que tenían que ser orcos muy grandes y muy ocasionalmente alguna huella de humano, debía haber algún tipo de colaboracionista.

9 de mayo 2947
Lo del cazador en la zona nos tenía intrigados, estaba casi claro que no se trataba de un colaboracionista, pero ¿qué demonios hacía allí? Así que decidimos montar dos grupos y buscar al cazador humano. Astaldo, Thonismund y Eyvindr fueron por una zona y Hans, Ostag y Blain por otra.

Los primeros no tuvieron suerte, se encontraron con una patrulla formada por dos trasgos y cuatro extraños orcos enormes con un ojo rojo que caminan a la luz del sol. El combate fue muy duro pero consiguieron ganarlo sin heridas de importancia, además consiguieron que dos goblins se rindieran, con idea de interrogarlos más tarde.

img_20190630_190125

El otro equipo montó una emboscada al cazador, y cuando ya estaba todo listo Blain se encontró un cuchillo en su cuello. No era un cazador, era una cazadora, una mujer humana con aspecto de gente del norte una espada enana y un impresionante abrigo de piel de wargo.

La conexión con Ostag fue inmediata, Hwalda, que así se llamaba la humana, nos contó que llevaba en esa zona mucho tiempo, era descendiente de los Éothéod, su familia fue asesinada por orcos, solo quedó ella, pero era la tierra de su familia y no pensaba abandonarla. Se dedicaba a controlar los orcos y a guiar a la gente que quería ir al norte. A Blain le pareció una honorable misión en la vida, así que le ofreció su ayuda para limpiar de trasgos esas tierras, lo que claramente le satisfizo.

Nos acompañó a la Torre, donde le presentamos al resto de compañeros. Allí Hwalda contó que los trasgos que habían visto eran de la tribu de la puerta norte, que los grandotes del ojo rojo, o Uruk-hai como ella los llamaba, no eran de allí, habían llegado a lo largo del año, habían pasado de acompañar a los trasgos en las patrullas a dirigirlas.

Según nos contó, a la muerte de Volg a manos de Beorn en la batalla de los cinco ejércitos, el señor de los trasgos de Gundabad pasó a ser su hijo Gorgol, él tenía que asumir el mando de los trasgos, pero claro, su huida de la batalla al morir su padre no decía mucho de su valor, lo que provocó una guerra civil por el mando de Gundabad. La guerra no fue muy larga, los Uruk-hai llegaron, cortaron la cabeza de los diferentes líderes de facción y se quedaron con el control de Gundabad.

 

 

 

 

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s