17/12/2017. Juan (DJ), Leo (Hanka), Alan (Marvin), Germán (Debra), JC (Karil), Sento (Englier)
La reunión con Tibernos había finalizado, habíamos quedado en reunirnos en la Torre de Santipon cuando regresáramos de nuestra búsqueda, pero cuando íbamos a abandonar los baños un grupo de soldados armados hasta los dientes, intentó detenernos al grito de “alto traidores a la patria”.
El combate pintaba muy desigual, ellos con sus armas y armaduras y nosotros con un triste taparrabos. Holy Smite cayeron en los dos bandos, curiosamente el que hizo daño a Karil venía de su bando.
Al grito de «no hay olla para estos garbanzos» y “que corra el aire” el paladín se lanzó contra los intrusos, empotrando a dos con su anillo del carnero. Debra distrae a otro mientras Hanka lo golpea por detrás, Marvin mata otro a puñetazos,… Tras la caída de varios guerreros conseguimos intimidar al resto y salir vivos del encuentro.
Decidimos abandonar rápidamente la ciudad e iniciar inmediatamente la búsqueda del templo, lo de traidores no sonaba nada bien. Así que recogimos las armas del armero de la ciudad y salimos casi a galope acompañados por Tasia, la clériga de Halav a la que convenció Hanka de la importancia de su compañía en esta búsqueda.
La noche pasó sin incidentes, pero con el amanecer pudimos distinguir una nube de polvo lejana, alguien nos perseguía desde la ciudad. A mediodía ya casi teníamos la nube de polvo encima,claramente íbamos perdiendo en el duelo de rastreadores. Finalmente decidimos montar una emboscada, nos ocultamos el el bosque y montamos varias trampas para nuestros perseguidores.

Nuestros perseguidores resultaron ser uno solo, Vix, la clériga de Zargonio, montada en una cuadriga tirada por una mantícora. Paró la cuadriga junto al camino, a la altura de donde estábamos escondidos y nos lanzó una amenaza espectacular con la que casi consigue que nos rindiéramos, aunque al final nos lanzamos a la carga (be tetera my friend).
Como Englier pudo comprobar en repetidas ocasiones, la mantícora lanzaba unas púas venenosas con el rabo. Los hechizos de Karil y de Debra no funcionaban sobre Vix, se quedaban como paralizados en el aire. Los ataques cuerpo a cuerpo tampoco fueron mucho mejor, cuando Marvin se lanzó a por ella y estuvo a punto de alcanzarla, Vix lanzó un diente de algo desconocido y un cíclope brotó del suelo.
Del cíclope se encargó Marvin en dos cómodos plazos de 24 y 24, algo que al cíclope no le hizo ninguna gracia y le devolvió el préstamo con un impresionante golpe (eso de que el cíclope pueda ver distintos futuros y elegir el que le interesa es un inconveniente muy muy gordo).
Por si no teníamos bastante con un cíclope, Vix hizo aparecer otro (justo delante de Hanka, sin saberlo), y recién tumbado el primer cíclope otro surge de un diente en el suelo. Parece que los dientes no se le acaban a la maldita Vix.
Tras cuatro asaltos de preparación, por fin Hanka lanza su ataque, tres flechas de carga alquímica contra Vix. Todas las esperanzas puestas en el lanzamiento se pierden al descubrir el hechizo de repeler madera que envuelve a Vix, así que le estallan en la cara a Hanka, quien queda envuelta en fuego.
Englier de un mazazo acaba con un cíclope, lo que le cuesta quedarse atrapado en un árbol atravesado por una espina de la mantícora.
Karil carga contra Vix, pero justo a mitad camino un cíclope aparece de la tierra, le toca esquivarlo, por lo que pierde la carga, aunque consigue llegar a Vix a gritos de “Mi nombre es Karil hijo del dragón, tú me lanzaste un cíclope, prepárate a morir”. Sin éxito, en el último momento Vix desplaza la cuadriga y esquiva a Karil.
El nuevo cíclope intentó visualizar el futuro y golpear a Marvin, pero gracias al hechizo de protección de Debra, lo evitó por poco el crítico.
Golpes por todos lados y seguíamos sin haber tocado a Vix, quien había dejado de lanzar dientes y había empezado a lanzar lanzas, y el cambio casi había sido a peor.
Suerte tuvimos de la presencia de Marvin, quien acabó con tres de los cíclopes ya que los demás no estábamos muy inspirados en el combate. Así que viendo el devenir de la batalla Vix huye por el aire mientras Karil le gritaba “cobarde!”, siendo respondido con una lanza desde el aire que Karil se llevó puesta a casa.
Karil acabó con el último cíclope y los demás fueron a ayudar a Englier a desclavarse del árbol. En la charla post combate, llegamos a la conclusión de que Vix no era una clérigo, sino una guerrero con objetos mágicos para vender y regalar.
Descansamos tranquilamente toda la noche y continuamos camino, cuando a mitad del día siguiente, a falta de unas 6 horas para llegar a las colinas, vimos tres humanos con pinta de religiosos, batiéndose con insectos gigantescos voladores, parecían abejas pero con tamaño de cuerpo como el humano. Los humanos llevaban el símbolo de Halav…