Siguiendo las pistas recuperadas en el castillo del río los Héroes de Phandalin llegan hasta el cuarto sitio que tenían en el mapa que resulta ser un monasterio.

El grupo rodea el monasterio para reconocerlo, tiene altas ventanas pero que están semicubiertas y no se ve nada, identifican una serie de puertas en el perímetro y un grupo de ventanas en el lado norte que son mucho más grandes.

El druida decide transformarse en una rata y penetrar por una de ellas.

En el interior hay un templo, en él se encuentra con un humano que está detrás de un altar escoltado por dos guardias con armaduras de piedra, como la que encontraron en las tumbas cerca de donde atacaron a la comitiva (ver s02e08)

Erevan se da una vuelta por la habitación, las puertas son sólidas y no tienen resquicios por los que colarse. En el centro de la sala, justo delante del altar, hay una gran escalera que desciende hacia una mazmorra, Erevan se acerca y olisquea, detectando el olor de un insecto que no es muy normal encontrar en la naturaleza. Después decide salir otra vez con sus compañeros.

El grupo decide entrar por la puerta que hay al este, pero no está abierta (jo, que extraño) y no parecen capacitados para abrirla por sus propios medios y eso que el bardo insiste en convencer a la puerta de que se abra por si sola… extrañamente no la puede convencer (ande andará el rogue).

Hacen otro intento por el oeste… donde hay otra puerta… cerrada y Ångørd esta vez escucha al otro lado lo que parece ser el trasiego de una cocina.

En el lado sur hay dos puertas, una puerta doble y una puerta de servicio, lo intentan por esta segunda… pero esta gente se deja todas las puertas cerradas (que cbrns) y detrás no se oye nada detras.

Erevan saca una taza de su impedimenta y sugiere llamar a la puerta principal y pedir un poco de azucar… El grupo decide que igual no es buena idea.

Finalmente Ångørd se disfraza de Shoalar y decide montar una historia sobre que un grupo de «elfos» ha asaltado al culto del agua y que estos necesitan ayuda del culto de piedra.

La puerta principal la abren dos personas vestidas con las ropas y con una máscara similar a la del monje muerto. Les cuentan su historía y ellos les dicen que los van a llevar ante Qarbo. Los llevan por en interior del monasterio hasta la sala que es el templo que ha inspeccionado Erevan.

Qarbo parece interesado en lo que le cuentan, pero no acaba de encajarle la historia y el grupo, antes de que este pueda reaccionar se lanza sobre él, los guardias y los monjes.

Qarbo se encarama a las paredes y al techo y desde allí lanza poderosos hechizos relacionados con la tierra, los monjes tienen un refinado entrenamiento marcial y golpean con dureza y los guardias son muy duchos en el combate.

El grupo se enfrenta a ellos invocando a unos lobos y transformandose Erevan en uno mismo, invocando ayuda divina y empleando el lado afilado del hacha… bueno y el bardo insultando un poco y volviendose un poco invisible para no recibir tanto…

Finalmente el grupo, casi agotado, consigue derrotar al conjunto empleando magia bárdica, druídica y sagrada… y el filo afilado de un hacha.