Rangrim, Dorgan y Ångørd se acercan a la puerta principal del castillo a la hora convenida, en mitad de la noche.

Rangrim se oculta a distancia de tiro con arco de la puerta, Dorgan se queda mucho más lejos y Ångørd se disfraza de centinela y se dirige a la puerta. Allí está el centinela que está bajo el conjuro de sugestión, que lo saluda sin hacer más preguntas. Ångørd le pide que lo acompañe a ver una cosa y lo lleva al sitio donde está escondido Rangrim que lo noquea.

Ångørd cambia su disfraz por el del centinela (que no tiene pinta de ser más que un simple asaltacaminos), y se introduce en la fortaleza. Allí descubre un patio interior con varios edificios y algunas puertas, llama al resto y se dirigen a la puerta que hay inmediatamente al lado de la puerta de entrada. Antes de abrir la puerta Rangrim escucha unos ronquidos que salen de dentro de la habitación.

La sala es la base del torreón suroeste y dentro hay cuatro bandidos durmiendo a pierna suelta. Rangrim los noquea y Ångørd los ata a las camas. Hay una escalera en la pared sur que lleva hacia arriba. Rangrim sube y se encuentra a otras cuatro personas durmiendo. Cuando va a intentar noquear al primero, este se despierta y da la voz de alarma, los otros tres compañeros saltan con cimitarras preparadas.

Pronto llegan Dorgan y Ångørd y se unen al combate, vista la desproporción Rangrim decide lanzar un Color Spray que ciega a la mayoría y Ångord un Faery Fire, aprovechando la ventaja acaban rápidamente con ellos. Dorgan y Ångord vigilan a ver si la alarma se ha extendido en el castillo, pero no parece el caso, investigan los cuerpos y encuentran un poco de tesoro.

Ångørd decide investigar hacia el este, encontrando una puerta que le lleva a la parte de arriba de las murallas, explora un poco y encuentra el torreón sureste y la bajada hacia los muelles. Se reagrupan y deciden ir hacia la puerta norte, esta les lleva hasta otro lienzo de muralla que lleva ala torre noroeste y que acaba en una puerta.

Tras la puerta Rangrim encuentra a cuatro personas dormidas. Estas no parecen simples bandidos, sus ropajes son más marciales, sus armas, de extraña factura, con motivos marinos, de mayor calidad. Llama la atención que todos portan un símbolo que les recuerda a los de los otros cultos.

Deja fuera de combate al primero y cuando lo intenta con el segundo se despierta y da la alrma a sus compañeros. Se produce un combate en la habitación que acaba propagandose al pasillo. Dorgan caza al último cultista que intentaba huír cuando de repente se abren otras dos puertas en el pasillo y aparecen un ser con la piel azulada en una y en la otra una criatura que parece un cruce entre un humano y un jabalí.

Empiezan a combatir a caballo entre las habitaciones y el pasillo, la criatura azul se transforma mágicamente en una serpiente marina enorme que intenta constreñir a Rangrim, el hombre-jabalí ataca a Ångørd que aguanta momentaneamente pero descubre que las armas que lleva no pueden hacerle daño y acaba teniendon que huir usando su invisibilidad.

Dorgan ocupa el sitio de Ångørd y usando toda su fe y los recursos que le da Tempus acaba consiguiendo derrotar a la bestia, no sin escatimar la ayuda del bardo y sus insultos.

Por su lado Rangrim acaba con la serpiente, que no ha conseguido constreñirlo ni una sola vez, una vez muerta, esta vuelve a convertirse en un humanoide.

El grupo investigan las habitaciones de las que salieron los monstruos para ver si consiguen algo que les ayude a reponerse.