Juego | Pathfinder |
Fecha | 10/08/2014 |
Campaña | Shattered Star – Shards of Sin |
Lugar | Manises II |
Asistentes | Juan (DJ), Leo (Hank), Germán (Debra), Adri (Oswyn), Sento (Englier), JC (Karil), |
Bueno, pues los bichos azules que encontramos el día anterior, resultaron ser “mites”, y al final sí que pudimos dialogar con ellos, conseguimos que nos llevaran a algún sitio en el que pudiéramos pedir audiencia con su Rey (a ver si era él el que tenía el objeto que buscábamos).
Zuuga, el Rey mite, tiene un brazalete por corona y usa una calavera de ogro por trono. Le solicitamos de buenas maneras ayuda para localizar el objeto y conseguimos un acuerdo (sí, ya sé que esto es raro siendo nosotros, pero sí, pudimos llegar a un acuerdo). Zuuga había perdido a su mascota, Nelly, algún tipo de ser, que no lo teníamos muy claro cual era, pero sí de su afición a comer hormigas, el cual llevaba atada en una de sus patas la bolsa de joyas del Rey Zuuga.
Antes de irnos, el Rey Zuuga sacó una piedra de una bolsa que llevaba atada a la cintura, y nos la ofreció, era un salvoconducto para que las arañas no nos atacaran, o eso nos dijo, aunque no encontramos nada mágico en ella, pero sí en el brazalete de la cabeza.
Uno de los mites nos acompañó en la búsqueda, nos llevó a través de la zona en la que habitaban (vimos a 15 de ellos en una sala común), hasta unas escaleras que descendían, donde nos dejó a nuestra suerte.
Las escaleras de caracol parecían no acabar nunca, pero lo hicieron, en dos pasillos, uno orientado al sur lleno de telarañas (aunque de tamaño normal, no XXXXL), así que optamos por el otro.
Un pasillo lleno de celdas vacías nos llevó hasta una sala llena de muebles muy deteriorados por el tiempo. Otro pasillo partía de ahí, también lleno de celdas, pero la última no estaba vacía, de ella salieron 4 arañas pequeñas, apareciendo dos gigantescas, una a cada lado del pasillo, no dentro porque eran tan grandes que casi no cabían. Las pequeñas no fueron problema, una bola de fuego de Karil y a otra cosa mariposa. Las grandes eran harina de otro costal, eran tan grandes que las canallas tenían un rango de 15 pies. Una cayó bajo la maza de Englier, la otra envolvió en telarañas a Debra y a Oswyn, pero cayó a manos de Karil. Bueno, esto no fue exactamente así, realmente fue mucho más espectacular. Karil se lanzó a la carrera, deslizó por el suelo, se colocó bajo de la araña y la destripó. Lástima que las arañas destripadas no sepan mantenerse en pie y tengan la manía de caer al suelo, sin dar tiempo al destripador que destripa a abanonar el lugar. Vamos, que hubo que ir quitando trozos de araña hasta llegar a nuestro compañero, el que sin querer se llevó un mazazo de Englier, mientras picaba la araña para poder rescatarlo (sí, así es, fue un espectáculo lamentable).
Continuamos nuestro avance hasta llegar a una gran habitación llena de aparatos de tortura y tres celdas (B45), manteniendo cuatro bichos malignos con pinta de vampiros y mucha hambre en el interior de dos de ellas. Hank acabó con uno de ellos a flechazos, los otros dos huyeron por un pasillo. Hank forzó la cerradura de la celda y salimos en su persecución.
El pasillo nos llevó a una sala, un antiguo barracón para por lo menos 60 personas, en uno de los laterales había una puerta, seguramente por donde habían huido las tres criaturas.
Durante la persecución, llegamos a una gigantesca gruta con dos altares pequeños en un lado y uno grande en el otro, del que habían salido las tres aberraciones. Son altares de la religión de los tres emperadores de la antigüedad, de la época de las espadas, por lo visto este es el templo de uno de ellos.

Ya saliendo del templo, aparecieron una especie de escorpiones (pescadores de las cuevas), que nos atacaron. Uno de los que atacaba a Hank llevaba una bolsa atada a la pata, era Nelly, ¡¡¡¡menudas mascotas se busca el Rey este!!!!
Acabamos con todos menos con uno que tuvo tiempo de huir, y no era Nelly, a Nelly la mató Englier sin querer. Así que ya se podía inspeccionar la bolsa de joyas del Rey a ver si estaba allí nuestro objeto. Abrimos la bolsa y encontramos 23 dientes y un brazal, la pareja del que tiene el Rey Zuuga en la cabeza.