Juego | Exo |
Fecha | 07/241113 |
Campaña | Exo 808 |
Lugar | Manises I |
Asistentes | Chema (Liralaf), Germán (Max), J.C. (DJ), Juan (Huk), Victoria (Victor), Sento (Reinhard). Artista invitado: Junior |

Nuestros intrépidos protagonistas han comenzado a hacerse una idea de la situación. Ya saben que hay varios grupos ideológicos actuando en el sector e, incluso, han comenzado a tomar notas de las posibles ubicaciones de cada uno. ¿Qué pueden hacer para descubrir quién está tras la llegada de los iroiendi al Sector Libertad? Es un problema delicado, pero estamos adelantando acontecimientos…

Al levantarse, descubrieron que una nueva nave se había instalado en otra de las dársenas y aquello les puso algo nerviosos. Al salir para conocer un poco el ambiente de Puerto Rexen se toparon con Solomon quién, nuevamente, les pidió ayuda en la dársena. Para sorpresa de los allí reunidos, Reinhard accedió a las peticiones del responsable del puerto y les dijo a dos miembros de la tripulación (Victor y Max) que echaran una mano. El hombre no se lo esperaba, no tenía nada preparado y les dio el primer trabajo que se le ocurrió: «esto… esto… ayudadme a amarrar esa nave que acaba de llegar» ¡Cómo! ¿Una oportunidad de curiosear en la nave nueva? ¿A ver si va a ser cierto eso de que el Sector Libertad ayuda a quién ayuda? ¿Se estarán volviendo libertarios?
La investigación de la nave no descubrió muchas cosas. Es una nave moderna, pero con un mantenimiento bastante deficiente. Los expertos ojos de los exos descubrieron muchos puntos con inicios de corrosión y con alguna criatura extraña del vacío adherida al casco. Era una nave de carga, un poco más grande que la de la 808, pero en peor estado. No se le veían armas, pero bien podrían estar escamoteadas dentro del casco (su propia nave tiene ese equipamiento).
La otra parte del equipo se dirigió al asteroide donde habían descubierto el centro médico. Allí llevaron algunas de sus medicinas y Liralaf estuvo profundizando en su conocimiento de los solnudistas (lo que incluyo para sorpresa de todos un desnudo integral… ¡qué paliduchos son los tyranos!)
A la vuelta decidieron llevar unos botiquines de emergencia a Ilora. Por el camino, les llamó la atención que hubiera muy poca gente en la calle. Algo estaba pasando. ¿Qué podía ser? ¿Y dónde informarse? Ilora Dana podría decirles algo. Al llegar a él, la descubrieron en el suelo con un refrigerador desmontado en el suelo. Parecía que alguien estuviera contando de cuantas piezas se componía. En el bar, además de su dueña, sólo un ocupante: el inevitable Camut Al Hiffel. Si saludó a lo personajes al entrar, nadie lo vio. Reinhard se interesó por el trabajo de Ilora quién, sudorosa y enfadada, maldijo al fabricante de esos estúpidos cacharros que no hacían más que estropearse cuanto más falta hacían. El capitán, que le está pillando el truco al Sector Libertad, le hizo una seña a Huk, luego se la repitió y, finalmente, el úkaro se dio por aludido y se ofreció a reparar el refrigerador. Ilora ni se lo pensó, dejó todo el estropicio en manos del competente y peludo tecno. Este, por su parte, murmuró ciertas cosas sobre el especismo y el hecho de que ser úkaro no implica saber de refrigeradores.
La conversación fue amigable, al menos con Ilora porque Camut tiene la mala costumbre de repetir las frases de los demás y luego hacer sonar una escupidera a unos metros de él (nadie se ha molestado aún en descubrir cómo lo hace). Gracias a ella se enteraron que la ciudad estaba vacía porque los reclutadores estaban en la ciudad (la nueva nave de la dársena). Victor y Max volvieron de sus tareas e Ilora se ofreció a invitarles a comer. El refrigerador había vuelto a zumbar y se la veía muy contenta. Su sonrisa se borró al instante cuando una angustiada madre gritó:
¡A mi hijo no!
Los gritos procedían de exterior, de la plaza de las residencias. Antes de que Reinhard pudiera evitarlo (y lo intentó), varios miembros de su equipo estaban fuera. Tres hombres, dos de ellos armados, sostenían a un joven que se tambaleaba por el efecto del alcohol. Frente a ellos se había congregado una pequeña multitud (en su mayoría mujeres) que increpaban al oliero responsable del grupo. La mujer que gritaba decía que su hijo era menor de edad y que no podía llevárselo y el Mlasu Oreco, pues así se llamaba el reclutador, argumentaba que si tenía edad para beber y firmar los documentos, tenía edad para luchar por el Sector Libertad. ¿Acaso – le decía a la mujer – no quieres que tu hijo tenga la oportunidad de matar refepos? La situación se fue volviendo más tensa, más gente se congregó en la zona y los dos hombres armados empezaron a ponerse nerviosos. La madre y el oliero se intercambiaban atrevidos insultos. Él le llamó «refepera» (que fue acompañado de murmullos de desaprobación), pero ella no se amilanó y le llamó «comunista» (algunas risas y asentimientos se vieron en la concurrencia).
De repente, Camut apareció tras el grupo de las madres que le miraron un poco esperanzadas mientras le abrían paso y le dejaban ponerse delante. Todo el mundo guardó silencio.
– Mlsacu Oreco… -dijo Camut con una voz que resonó en toda la estancia- …a ti te digo que hoy no te llevarás a ese muchacho.
Más silencio, tensión. La 808 miraba la escena sin saber qué hacer. Intervenir y salvar al muchacho, quedarse de brazos cruzados y mirar como mataban a Camut. De repente, una voz a la espalda de Reinhard dijo:
– ¡Ay! ¿Dónde están los caballeros de la República cuando hacen falta?
¡EEEEHHHHHH!
Reinhard ni se atrevió a girarse pues conocía perfectamente la voz que le había hablado. Se trataba de Ilora Dana y, al parecer, había sabido todo este tiempo que eran agentes de la RFP. ¿Cómo podía saberlo? ¿Y por qué lo revelaba ahora? ¿Acaso les estaba pidiendo ayuda?
El capitán hizo una señal a Max que, como buen veddio, intentaba ganar altura para atacar. La seña se lo impidió y junto a Victor le indicó que le rodeara por detrás. Él dio un paso al frente (y se sorprendió cuando dos de sus muchachos le acompañaron). Se plantó en jarras delante de la multitud dejando abierta su ropa de forma amenazadora y le dijo al oliero: «Escucha a Camut, hoy no te llevarás al muchacho»
El oliero se achantó. No esperaba una oposición organizada a su reclutamiento rutinario. Miró a sus hombres y lanzando una amenaza a los nuevos, no a Camut, se marchó hacia la zona de las dársenas. La multitud se disolvió lentamente, no sin antes agradecer a Camut y a los «desconocidos» su intervención. La madre, hecha un mar de lágrimas, fue la que mostró mayor agradecimiento. El muchacho, aún ebrio, se limitó a mirarles con cara bobalicona.
Nota del DJ: es posible que los personajes y los jugadores se dieran cuenta, pero, por si acaso, lo cuento. Acaban de cruzar una línea en Puerto Rexen. Ya no son esos desconocidos que nadie sabe lo que hacen allí. Ahora son gente de Rexen, gente que ayuda a los suyos y está dispuesta a pelearse por defenderlos. Buena gente en general.
Se relamían de gusto pensando en la opípara comida que les daría Ilora (habían salvado a su chico, a Camut, no al muchacho ebrio). Por otro lado, ¿sería prudente volver al bar sabiendo ella que eran agentes de la RFP? No pudieron responder a esta pregunta (ni comer) porque, de repente, saltó la…
Alarma de Colisión
¡Un momento! ¿Alarma de colisión? ¡Pero si estamos en un asteroide de millones de toneladas en órbita estable a un planta de metano! ¿Contra qué podíamos colisionar!
Alarma de Colisión
¡Vale! ¡Vale! vamos a la nave. Si esto va a chocar contra algo, mejor si estamos fuera…

Una nave no identificada se dirige a toda velocidad en rumbo de colisión al planeta Rexen (al de metano, no al puerto). El ordenador de la nave da una estimación rápida de los acontecimientos futuros. Si la nave colisionara con el planeta, el metano de su atmósfera podría incendiarse quemando todo el planeta. La deflagración, posiblemente, alcanzaría a los asteroides en órbita y significaría miles de muertos. ¡Un momento…!
Transcripción conversación con jugadores:
Jug. 1: El metano no arde así como así. Si la nave se estrella en el planeta es bastante improbable que incendie nada. Estamos a salvo.
DJ: ¿Sabes cual es el combustible de esa nave espacial?
Jug. 1: No lo sé. ¿Cuál?
DJ: Uno que arde en contacto con el metano y va cargadito de él.
Nota del DJ: jugar con físicos…
La nave de la 808 parte rauda hacia el descontrolado misil. La computadora de navegación les dice que apenas tienen dos horas para evitar que la nave cruce el punto de no retorno y que tardarán una hora en ponerse a su altura y velocidad. No hay tiempo para hacer una maniobra de atraque. Salto de una nave a otra…
¿Os habéis acordado de subiros la habilidad G0 como sugerí con vuestros últimos PX? Oooopppsss
Antes de llegar al punto de máxima aproximación, pudieron identificar la nave. Se trata de una nave de pasajeros de la clase Igualdad conocida como Libertad Uno. Eso les dejó un poco perplejos. En la antigua Oeon, la libertad Uno, que no tenía ese nombre, era una nave de la familia real, una de las muchas que usaban para sus desplazamientos. Tras la escisión, la nave se encontraba en ese sector y se dio por perdida. La denominación Libertad Uno no es oficial, es así como la llaman los analistas de la RFP que creían que aún la podían estar usando. ¿Qué demonios hace en Rexen?
Casi todo el grupo saltó bien, excepto el piloto (que quedó en la nave) y Reinhard al que tuvo que ayudarle Junior (pobriño). Su brazo de limpieza evitó el desastre. Desde el casco pudieron apreciar que la nave estaba muy dañada. Muchos fragmentos viajaban paralelos a la nave y toda la banda de estribor parecía como si algo enorme la hubiera arañado de proa a popa. Afortunadamente, algo de la atmósfera interior se conservaba, aunque tenían que entrar por babor.
Ya dentro de la nave, comprobaron que había muchos cuerpos flotando junto a gotas de sangre que les acompañaban como macabros sistemas estelares. Descubrieron que una nave de salvamento había sido expulsada, pero los intentos de localizarla en las cercanías fueron infructuosos. Dedujeron que la nave podría haberse disparado antes de que la Libertad Uno llegara al sistema; si lo hicieron en el subespacio ya no quedaría nada de sus ocupantes. En el interior había atmósfera, pero decidieron conservar su equipo de EV por seguridad. No sabían que podía haber causado esos destrozos o si la nave no reventaría cuando abrieran la siguiente puerta.
La visita al puente les fue descubriendo más cadáveres y unos enigmáticos arañazos triples en casi todo el mobiliario, cuerpos y puertas. Muchas de éstas estaban arrancadas por algo con mucha fuerza. En uno de los pasillos descubrieron un uniforme de un grupo Exo de la RFP. ¿Había un grupo exo detrás de aquello? No lo sabían, pero la prueba desaparecería misteriosamente.
El puente no les sirvió de nada. las reparaciones necesarias hubiesen requerido mucho tiempo y no lo tenían. Los sensores de la nave de la 808 avisaban que había varias (5) formas de vida, dos de ellas no identificadas, pero los graves destrozos de la nave impedían ubicarlas exactamente. Dos, las desconocidas, parecían estar en la cubierta inferior y tres en la superior.
Su prioridad era evitar que la nave llegara al planeta y salvar a miles de libertarios (que también son personas). Por ello se dirigieron a los motores, pero sin dejar de vigilar los tubos de acceso al nivel inferior. Aquellas dos señales desconocidas tenían que coincidir con las garras en las paredes. No querían que les pillaran por sorpresa. En la sección de ingeniería, Huk, que esta vez no protestó, se afanó por reparar los motores. No podría repararlos todos, pero sí encender uno para que la nave se desviara poco a poco (como mínimo, podría hacerlos explotar antes de que la nave alcanzara el punto de no retorno). Era algo fácil, con muchas palabrejas técnicas que no repetiremos…
Tras salvar la nave y al planeta Rexen, decidieron bajar a la cubierta inferior. El grupo quería ir arriba, a por los tres supervivientes, pero el capitán Reinhard no quería tener dos bichos a sus espaldas que podrían aparecer en cualquier momento. Fueron hacia abajo. Allí descubrieron el hangar de carga, vacío excepto por dos jaulas rotas. Las señales del sensor les indicaba que las dos formas de vida desconocidas estaban en la zona de cultivos hidropónicos (una especie de mini-jungla de interior). Decidieron ir a por la que estaba en el exterior y andando con mucho cuidado descubrieron a la terrible criatura…

¿Los sensores se han vuelto locos? ¡Sólo es un niño! ¡Un niño armado con un fusil!
El sensor fallaba y seguía diciendo que aquel niño humano no era un ser vivo conocido. Sus manos eran muy pequeñas para ser el causante de aquello y, además, ¡llevaba un fusil! Les hizo señas para que se mantuvieran callados, pero la 808 no es amiga del silencio y las discreción. Obsesionados estaban con el fusil y se lo quitaron y descargaron. También intentaron sonsacarle información (que el sensor no le leyera no les molaba nada). El chico les contó que había dos criaturas, pero que había acabado con una echándola de la nave (la nave de emergencia que faltaba). Tanto charlaron, a pesar de los intentos del chaval para que lo dejaran para luego, que acabaron llamando la atención de alguien que no debían:

En el combate posterior descubrieron que la criatura tenía un cuerpo blindado que era capaz de resistir casi todos sus disparos, que se movía a una velocidad endiablada y que, esto gracias a Liralaf que sabe un poco de xenología, que sus ojos eran su único punto débil. Disparos, disparos apuntando, un ojo menos, carreras, saltos, algunas órdenes. El niño intenta intervenir, pero Liralaf le da un chute de tranquilizante… que no le hace efecto, el niño se escapa de sus filas, salta sobre la criatura con una endiablada agilidad, le levanta uno de los caparazones y le clava mortalmente un vibrofilo en el corazón. ¡Un vibrofilo! ¡Qué alguien registre al niño antes de que saque una granada! Poco después cae inconsciente. No entiendo, dice el tyrano, esa dosis debería haber tumbado a un wu.
Eliminada la criatura y algo más calmados, la 808 se dio cuenta que sus trajes de EV eran de un diseño claramente refepo. Si liberaban a los supervivientes con ellos puestos, se estarían delatando. Buscaron trajes EV en la tripulación y los hallaron, pero sólo eran humanos (toda la tripulación era humana). Eso obligó a que Huk (úkaro) y Max (veddio) desaparecieran de la vista de los supervivientes.
Nota del DJ: ¿Os he contado alguna vez la historia del barquero que tenía ovejas y un lobo y quería pasarlas al otro lado del río? Pues lo de los trajes EV y los supervivientes fue algo parecido. No lo contaremos aquí.
Al subir a la parte superior de la nave, descubrieron muchos más cuerpos, pero, a diferencia de la cubierta media, los fallecidos eran gente con caros ropajes. Posiblemente políticos o representantes. Su sangre era roja como la de los demás. Alcanzaron una puerta que había resistido los intentos de la criatura por derribarla. Una puerta maciza más fuerte que todas las demás. Tras convencer a los que estaban detrás que el peligro había pasado, estos abrieron la puerta:

La mujer, que parecía tener la autoridad en la pareja, les dio las gracias con un largo torrente de palabras. Un discurso improvisado, pero realizado por alguien acostumbrado a hacerlos. Aquella forma de expresarse… la memoria hierática de Reinhard ató cabos… ¡Es la Voz! ¡Hemos salvado a la Voz! ¡Ya verás cuando se entere el jefe…!
Le contaron que habían estado a punto de chocar con Rexen. ¿Rexen? preguntó extrañada. Nos hemos desviado mucho de nuestro rumbo. Les contó que habían salido de Standler (capital del Sector Libertad) y que iban rumbo a Olibri (dirección aproximada, aunque destino falso; nadie llega a ser la Voz contando todos sus secretos).
No le dijeron nada del niño. Ella no preguntó.
Héroes
Todos los asteroides de Rexen sabían que la nave se aproximaba, todos creían que podía ser el fin y que miles de ellos morirían… ¡Rexen dejaría de existir! Los sistemas ópticos de todos los asteroides apuntaba a la Libertad Uno que cada vez se iba haciendo más grande, cada vez se iba haciendo más mortal; pero de entre las brumas de la desesperación, una nave mercante de valientes libertarios surgió, se enfrentó al peligro más allá del deber y les enseñó una valiosa lección: «no importa cuán grande sea la amenaza si un libertario grita que no se rinde».
Su llegada a puerto Rexen no fue discreta. Todos les estaban esperando y todos quisieron felicitarles. Les llegaron comunicados de otros asteroides y casi todos les ofrecían ponerle sus nombres a una calle, a un edificio, a un hijo…
Los supervivientes, excepto el niño que fue sedado (por precaución) y mantenido en la nave, desaparecieron arropados por Ilora y Camut. Ellos, abrumados por los elogios y las felicitaciones, no pudieron seguirles. Un análisis genético del niño les reveló que era humano, pero no normal, su estructura genética había sido alterada.
Tras la resaca (literal), la 808 se quedó con algunas preguntas:
– ¿Cómo supo Ilora que eran agentes de la RFP? ¿Por qué no les denunció?
– ¿Quién desvió la nave de la Voz de su ruta? ¿Por qué la dirigieron a Rexen? ¿Querían matar a la Voz o destruir el sistema Rexen?
– ¿Quién introdujo a las criaturas asesinas en la nave? ¿Quién abrió las jaulas?
– ¿Y de dónde demonios ha salido ese crío?
Para complicar las cosas, el mando les hace llegar algunas conclusiones de los daños de la nave (sí, aunque no lo había comentado, mandaron un informe de lo ocurrido). Según los analistas, los daños de la nave se produjeron en dos momentos diferentes. El primero en el subespacio (lo que explicaría la desaparición de algunas secciones de la cubierta) y los segundos en el espacio cercano a Rexen. Hay un 80% de probabilidades de que Libertad Uno chocara con un sistema de amarre iroiendi (como los que descubrieron en el muelle abandonado de Rexen y provocaron aquellos incidentes en el RFP. Obselus).
La 808 ha descubierto que Rexen es algo más que un atrasado sistema libertario, pero ¿qué ocurrirá ahora?