Juego | Pathfinder |
Fecha | 18/08/2013 |
Campaña | Rise Of The Runelords: The Hook Mountain Massacres |
Lugar | Manises II |
Asistentes | Juan (DJ), Scott (Kravin), Germán (Debra), Adri (Oswin), Sento (Englier), J.C. (Karil), Leo (Maerwin) |
Habíamos limpiado Ravenmoor de todo mal, habíamos restaurado el templo de la diosa Dresna, había llegado el momento de terminar lo que empezamos días atrás en la gruta de la montaña, así que partimos hacia Hook Montain Clanhold.
Kravin pidió a su halcón que se adelantara para que nos avisara en caso de que alguien intentara emboscarnos en el camino, como así fue, en el mismo sitio que la última vez, nos esperaban escondidos un grupo de cinco ogros y un gigante. Como no teníamos ganas de pelear tan pronto, decidimos negociar el paso, lo que no fue demasiado complicado, ellos tampoco tenían ganas de medir sus fuerzas con nosotros, así que a cambio de una gema por cada dos aventureros, pasamos sin ningún problema.
A media tarde llegamos a nuestro destino, donde el esqueleto de aquel viejo dragón a modo de decoración volvió a recibirnos, al verlo lágrimas de impotencia y de ira corrían por las mejillas de Karil, el hijo del dragón, utilizar esos huesos a modo de decoración era una ofensa que no pensaba perdonar a nada ni nadie.
En un lado de la explanada anterior a la caverna, bajo de los huesos, había un trono y en él un gigante de roca “conservado”, desconocíamos si estaba vivo o muerto, pero recordábamos perfectamente los símbolos del enorme medallón que llevaba sobre el pecho, era el mismo que habíamos visto anteriormente utilizado para conservar los cadáveres y evitar su deterioro.
En la entrada nos esperaban cuatro ogros, que entraron en pánico cuando oyeron los gritos de ira de Karil por la ofensa realizada con los huesos de dragón, uno de ellos no lo pudo evitar y echó a correr, el resto fue fácil de eliminar.
Avanzamos por la gruta, al fondo de un pasillo otro grupo de ogros había preparado una barricada para pararnos, no era suficiente, cargamos de frente, Karil se subió a la barricada y atacó desde la parte superior, el resto pasamos y finalmente acabamos con todos, o eso pensábamos, ya que al avanzar tres pasos, llegamos a una sala en la que nos esperaban muchos más ogros. Fue un combate muy duro, cada uno dio lo mejor de si, hubo escenas memorables como la de Karil acabando con dos ogros simultáneamente con su aliento del dragón, así que finalmente conseguimos acabar con ellos pero a un alto precio, magos sin casi hechizos, guerreros heridos,… pero no lo suficiente como para hacernos desistir. Cabe señalar que a partir de aquí ya no quedaba muy claro si lo de avanzar era de héroes o de inconscientes, pero bueno, la cuestión es que seguimos avanzando por la caverna.
Decidimos salir de la sala por el pasillo por el que más ogros habían entrado. Este pasillo nos llevó a una sala con una gigantesca puerta con tallas de gigantes cazando dragones. Oswin, con una fuerza increíble, empuja las puertas, momento en el que dos gárgolas que estaban ocultas en el techo nos atacan. Las armas no parecían hacerles daño, hasta que probaron mi maza, de un golpe petrifiqué a una de ellas, matándola en el segundo golpe, de la otra se encargaron los demás.
Abrimos del todo la puerta y nos dio acceso a una rampa en el interior de una gigantesca sala. Los laterales de la rampa se elevaban unos dos metros del suelo, y en ellos habían columnas soportando el peso del techo. Al final de la rampa había dos gigantes de piedra que impedían el paso a la parte del fondo, donde estaba un gigante sentado en un trono y junto a él Lucrecia, nuestra hechicera favorita.
El ver a Lucrecia hizo que olvidaramos las reglas básicas de combate y supervivencia en este tipo de lugares, así que Oswyn, Maerwin, su tigre y yo cargamos directamente a por los gigantes del final de la rampa, Karil nos imitó pero por la parte de arriba de la rampa y en ese momento nos dimos cuenta, era una trampa, detrás de las columnas habían ogros armados con lanzas, estábamos prácticamente indefensos ante ellos.
Durante el combate, los gigantes hablaban algo de un jefe con Lucrecia, y algo pudimos entender, al parecer Lucrecia les decía que se dejaran de tonterías y acabaran con nosotros, pero los gigantes no estaban demasiado convencidos, decían que tenían mejores cosas que hacer.
Recibimos multitud de golpes y hechizos lanzados por Lucrecia,Oswyn estaba a punto de morir, el tigre tuvo que huir y no volvimos a verlo, yo estaba muy herido, parecía todo perdido, pero poco a poco empezamos a recuperarnos, las flaming sphere de Karil y Maerwin estaban haciendo efecto, además Maerwin conjuró varios monstruos para distraer a los ogros, yo empecé a golpearlos desde bajo mientras buscaba una posición más segura, Oswyn se retiraba y se curaba, Karil pasó por encima de todos sin hacer caso a los golpes y se lanzó contra Lucrecia, que recibió por primera vez un golpe antes de huir otra vez a través de un portal dimensional, momento en el que el gigante del trono se levantó y atacó a Karil.
El flaming sphere de Maerwin consiguió acabar con un gigante, los demás acabamos con algún ogro, al final las fuerzas se igualaron, que hizo que el gigante decidiera rendirse, y junto a él, el resto.
Y aquí estamos ahora, recuperando fuerzas y decidiendo cual será nuestro siguiente paso, que sea el que sea, espero que sea más inteligente que el anterior…