Llamada de Chtulhu: Medio millón de almas, tan sólo (X)


08/03/2020. Leo (Guardián), JC (Eleanor), Juan (Ran) y Scott (Charlie)


12/02/1922. Domingo

Charlie, las palabras de un moribundo…

Todo me parece que fue hace un lustro y no han pasado ni veinticuatro horas, toda mi vida pasa ante mis ojos, pero intentaré detallaros como hemos llegado hasta aquí.

Al levantarnos por la mañana nos encontramos con la terrible sorpresa que Tyler mostraba claros síntomas de fiebre y tuvimos que dejarlo en cama para que se recuperara.

Mientras desayunábamos Eleanor nos dejó alucinados a Ran y a mí, hasta el punto que realmente nos llegamos a plantear si todo este asunto la ha vuelto loca. Los puntos hacen mucho más fácil invocar a los “bichos”. Fernando Díaz habla árabe, el libro le dio el conocimiento de los puntos de poder.

Ran, que ya ha demostrado con anterioridad sus conocimientos sobre lo arcano, investigó los dibujos del libro que habíamos encontrado en casa de Fernando Díaz. Seguimos preguntándonos dónde va la energía que reciben las piedras. Uno de los dibujos muestra un diagrama que da a entender que cuando alguien dona “algo”, se puede almacenar ese “algo” durante un tiempo en las piedras y dárselo a otra persona.

Eleanor tiene la intuición de que el “bicho” es realmente Fernando Díaz. Indagamos cuando estuvo en la isla y comparamos la información con la fecha de los incidentes del hospital, y para la incredulidad de los demás parece que Eleanor pueda tener parte de razón ya que hay correlación.

Llegados a este punto decidimos que la única alternativa real que nos queda es poner toda nuestra confianza en Esmeralda, como ya habíamos discutido anteriormente. Le hacemos llegar un mensaje para que se reúna con nosotros en el hotel. Una vez llega, Eleanor le cuenta toda la historia sobre qué pasará durante la inauguración de la presa, Esmeralda lo duda mucho, nos dice que Joe Sugar no es quien pensamos, es el benefactor de la isla, su protector, el que hace que todos tengan trabajo y no mueran de hambre.

Quizá Joe Sugar había sido engañado por Aesir y Blackwood, así que Esmeralda le pedimos a Esmeralda que nos consiga una invitación para hablar con Joe Sugar y probar suerte. Nos dijo que nos conseguiría una para cenar y desapareció durante un par de horas. Pasadas ese par de horas aparece un chavalillo pordiosero conduciendo un carro, había venido a llevarnos a cenar a casa de Joe Sugar.

Entramos por una puerta lateral, lo que parece puerta de servicio. Esta puerta da a la cocina donde hay varios cocineros atareados. El chavalillo susurra algo a uno de los cocineros y vemos como una pequeña cantidad de dinero cambia de manos, asiente y nos indica una puerta en el otro extremo de la cocina junto a la que se encuentra un mayordomo. Al pasar junto a él nos susurra “han llegado invitados por el condestable, yo no sé nada”.

El mayordomo nos dirige a la lo largo de un pasillo hasta una puerta, y con un “Han llegado sus invitados” abre la puerta. Joe Sugar se puso de pie replicando “Yo no he invitado a nadie”, a lo que el mayordomo contestó “Parece ser que ha sido el Condestable”.

“Sean bienvenidos. ¿Les apetece tomar algo antes de la cena?” Mientras tomamos una copa antes de la cena hacemos preguntas inocentes acerca de la presa a Joe Sugar que llegan finalmente al tema de porque no se ha inaugurado. “No se ha inaugurado por culpa de los ingenieros” nos dice de forma firme del dueño de la casa, “Hay que probar esto, hay que probar aquello. Los ingenieros son muy cuadriculados, por eso son malos en los negocios.”

Eleanor le intenta contar la bola de que Fernando Diaz y Aesir estaban detrás de las muertes de Nueva York y Rusia. Nuestra principal preocupación es evitar cualquier riesgo para los habitantes de la isla.

Joe Sugar se excusa un momento, y se dirige a la cocina, Ran intenta ver que está haciendo con cierto disimulo, pero no lo consigue, un mayordomo le pregunta si necesita ir al aseo.

“¿Qué sacamos nosotros de todo esto?” Me pregunto.

Al volver a la sala Joe Sugar se excusa para poder ir a cambiarse de ropa de cara a la cena. Eleanor aprovecha este tiempo para ojear la biblioteca y se da cuenta que hay un estante que contiene doble libro. Pide al mayordomo que le muestre varios de los libros, un nombre le llama la atención “Igor Ecicorum”.

Minutos más tarde vuelve Joe Sugar y nos dirigimos al comedor.

La cena

Lo primero que nos llama la atención es que hay más de cuatro cubiertos, algo a lo que no estamos acostumbrados ni Ran ni yo. También llama la atención que hay un camarero por cabeza.

El primer plato es una sopa para todos los comensales. Mientras tomamos la sopa entra un mayordomo, cuchichea con Joe Sugar: “vale, vale…” se oye ligeramente. 30 segundos después entra Aesir en el comedor acompañando al mayordomo: “Buenas Noches”. Esto confirma la información que teníamos que Joe Sugar y Aesir en realidad están asociados y cenan juntos todas las noches, y las historias sobre sus desavenencias son en realidad mentira.

  • Joe Sugar: Nuestros invitados me dicen que eres un chapuzas Aesir.
  • Aesir (con marcado acento inglés): ¿Qué saben de barcos y minas estos caballeros? Pero dime ¿qué te han contado? ¿A que vienen estas difamaciones? ¿Qué gano yo construyendo cosas que no funcionan?”
  • Eleanor: Sólo sabemos los muertos que deja por el camino.
  • Aesir: Creo que se equivocan de persona.
  • Eleanor: No parece.
  • Aesir: ¿No estará buscando trabajo? Aquí un ingeniero gana 10$ al día.

Después de este intercambio el metre nos pregunta que preferimos de segundo cada uno:

Joe Sugar, Ram y Charlie se decantan por carne, mientras que Eleanor y Aesir se decantan por el pescado.

(Fallan una tirada de Constitución Extrema) Eleanor y Ram se desploman nada más empezar a probar el segundo plato, yo me siento somnoliento y para no llamar la atención copio a mis compañeros.

  • Joe Sugar: Llevarlos al sótano a todos.
  • Aesir: Esto se nos va de las manos. (Comienzan a transportarnos hacia el sótano. Hay dos personas por cada uno de nosotros)
  • Jose Sugar: Tu ocúpate de tu parte.

Tras descender por unas escaleras nos llevan a lo largo de un pasillo cuyo final no podía vislumbrar, era el momento de actuar.

En un movimiento rápido desenfundé la pistola y le pegué un tiro a uno de los mozos que me transporta. El otro comienza a correr hacia la escalera mientras que sus compañeros dejan caer a Eleanor y Ram. Con un movimiento del revólver conseguí que se paren todos en seco y volvieran a recoger a mis compañeros.

Toda la tarde dando malas ideas y me hicieron caso con la más mala.

Intenté buscar una salida alternativa, no había. Llegaron los lacayos de Joe Sugar, y Charlie tuve la mala suerte de recibir un tiro y comenzar a desangrarme.

Eleanor y Ram se despertaron desnudos en celdas separadas, en el centro de la sala estaba Fernando Díaz encima de un potro de tortura totalmente desnudo. Se oían cánticos de fondo, mientras, y me iba desangrando entre cadáveres.


13/02/1922. Lunes

Tyler se levantó ya recuperado de su malestar del día anterior, estaba claro que tanto cacao no le sentaba nada bien a su organismo. Fue a buscar a sus compañeros y encontró que no habían pasado la noche en el hotel, no habían vuelto de la casa de Joe Sugar y eso no pintaba nada bien.

Su personalidad recelosa tomó el mando, envió unos telegramas urgentes a sus jefes comunicando la desaparición de los compañeros. Luego, tras desayunar, preparó un informe completo de todo lo averiguado, de sus sospechas y de todo lo sucedido los últimos días que envió por correo desde la misma oficina postal, no se fiaba de los mensajeros.

Tras enviar el informe buscó a Esmeralda, no sabía nada, decía que era posible que aún estuvieran en casa de Joe Sugar, por lo visto era normal que las cenas se alargaran hasta muy tarde y que los invitados se quedaran a dormir en la hacienda.

Intranquilo, Tyler se dedicó a vigilar al Condestable, a éste se le veía nervioso, no paraba de llamar a policías y enviarlos a diferentes tareas, aunque parecía más relacionado con la muerte de Booker que con la desaparición de los investigadores.

Poco más podía hacer que no fuera ir a la hacienda de Joe Sugar, y como si alguien leyera sus pensamientos a mitad mañana apareció en el hotel y un carruaje con dos criados, había sido enviado por Joe Sugar, por lo visto sus compañeros se encontraban indispuestos y Joe había envíado el carruaje para que él se hiciera cargo de ellos.

Tenía todo el sentido del mundo, salvo que… ¿no hubiera sido más sencillo enviarlos a ellos en el carruaje al hotel? algo olía a podrido y Tyler no había sido.


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