El Anillo Único (IX) – La Torre de Vigilancia Perdida


The_One_Ring

28/04/2019. El señor de los Anillos. Perico (DJ), Juan Carlos (Hans), Sento (Ostag), Leo (Astaldo)


19 octubre 2946. Hace frío, mucho frío.

Seguimos en casa de Amfosa, quien ha demostrado ser una magnífica anfitriona permitiéndonos pasar casi una semana en su casa abusando de las provisiones que tenía preparadas para el invierno.

A lo largo de esos días pudimos averiguar que hace un año más o menos un grupo de orcos con el ojo rojo pasó cerca de la casa, rumbo Gundabad, seguramente los mismos que atacaron nuestras granjas. La mejor noticia fue el averiguar que hay un punto de observación perfecto para Gundabad, una antigua fortaleza enana, que fue usada posteriormente por los humanos como puesto de vigilancia de Gundabad.

Le llaman la Torre de Vigilancia Perdida, actualmente está abandonada, nadie recuerda su ubicación, solo que estaba a la vista de Gundabad y que la antigua familia de hombres que la custodiaba la cerró con llave al partir, llevando la llave con ellos al sur, a la zona occidental del Anduin.

Atando cabos, Hans, que es un gran conocedor del Anduin, pensó que la familia de la que hablan las leyendas puede que sea la familia Blackstom, una familia muy poderosa (para lo que es la zona) que tiene la granja próxima al río, así que teníamos una pista, y por lo tanto un objetivo.

Rápidos fueron los preparativos para la partida, y grandes las celebraciones de Amfosa (que se veía sin provisiones para el invierno), aunque un rumor de odio nos llegaba desde montañas muy lejanas, un susurro que decía algo como “¿al sur? ¡cabrones!, ¿al sur?, tenía preparada la partida para que fuerais al norte!!!” como el murmuro no se oía muy bien, decidimos ignorarlo y partir.

24 octubre 2946

El camino hacia el sur fue mucho más relajado y tranquilo que la ida. En poco tiempo llegamos a una granja bastante grande, incluso para nuestros estándares, rodeada de una impresionante empalizada. Estaba claro que esta zona del Anduin no era demasiado tranquila.

Al acercarnos a la entrada de la empalizada un mocete nos esperaba, bastó una historia de Ostag sobre la caza de wargos y su estupendo abrigo para que quedara impresionado y nos confirmara que pertenecía a la familia de los Blackstorm y que nos encontrábamos en su granja.

El mozo estaba solo porque toda su familia había salido a rechazar una invasión de los vinglundinos, pero hacía ya unos días de eso y nadie había vuelto, el chico estaba más que preocupado.

Tratando de ganarnos su agradecimiento y el de su familia, decidimos ir a colaborar con  ellos en el rechazo a los vinglundinos. Astaldo dirigió la marcha siguiendo el rastro y llegamos hasta una zona del río donde hacía unos días se había producido la batalla. No habían cadáveres, pero si rastros de gente que había pasado largo tiempo sentada y luego había sido arrastrada hasta unas barcas.

Había que seguirlos, así que registramos los alrededores hasta que encontramos escondida en las proximidades una pequeña barca para cruzar el Anduin.Y menos mal, porque con el caudal que llevaba resultaba imposible cruzarlo a nado, y el puente más cercano estaba lo suficientemente lejano para que ni valiera la pena intentar la persecución.

Hans localizó el rastro nada más bajar de las barcas, se dirigían hacia el noreste y nos llevaban un día largo de ventaja. Corrimos como nunca, lo que nos permitió alcanzarlos al anochecer del segundo día, cuando los muy inconscientes habían montado un pequeño campamento en la llanura, cualquier orco podría verlos a leguas de distancia.

En el campamento habían 4 presos y 10 vinglundinos, de los que 3 estaban borrachos y no presentarían problemas, aún así eran 7 contra tres, necesitábamos más gente, y los únicos disponibles eran los presos, así que el plan fue liberar silenciosamente a los presos, armarlos, y acabar con los vinglundinos entre todos.

El ataque comenzó con un brutal disparo de arco de Hans, que no acabó con el vinglundino, pero lo dejó fuera de combate lo suficiente para que Astaldo y Ostag se lanzaran contra los otros dos vigías mientras Hans corría a liberar a los presos.

Fue un duro combate pero con un sorprendente resultado a favor nuestro. Pudimos acabar con todos, dejando vivos a dos que se rindieron. Ninguno de los prisioneros Blackstorm parecía lo suficientemente mayor para ser venerable, pero uno cercano a los 50 se identifica como el señor Blackstom, el padre del mozuelo.

No era momento para buscar llaves ni preguntar por ruinas perdidas, era momento de poner tierra por medio, así que volvimos por nuestros pasos con los dos prisioneros, a los que tras un par de horas dejamos atados a un árbol, ya los encontrarían sus compañeros y se harían cargo de ellos.

Pasado el Anduin, ya tranquilamente de camino a la granja sacamos el tema de la fortaleza enana perdida, Blackstorm conocía la historia, y prometió contárnosla al llegar a la granja, además tendríamos tiempo de sobra, ya que tras el ataque de los vinglundinos Blackstrom no estaba demasiado tranquilo, así que nos ofreció pasar el invierno en su granja a cambio de manutención, alojamiento, información y la llave de la torre, era una oferta difícilmente rechazable…

 

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