El Anillo Único (XXXI) – Investigando en Erebor


30/01/2022. EAU. Perico (DJ), Sirvent (Eyvindr), Scott (Blain), Sento (Ostag) y JC (Hans).

Ausencias: Germán (Delileron), Lohen (Amras)

En la última sesión planteamos perseguir a los orcos e ir al norte a explorar esas tierras e investigar qué está pasando. La idea es solo explorar, que no nos descubran. Al final, tras debatirlo, decidimos bajar hasta Erebor/Dale a buscar información e intentar averiguar qué significan las otras dos partes de la profecía.

29 de mayo 2949

La dura batalla ha dejado extenuados a nuestros héroes y se plantean hacer una jornada de descanso para recuperarse de la dura hazaña. Uno no mata cientos de orcos sin recibir algún rasguño.

30 de mayo 2949

No partimos hacia Erebor. El enano no parece encontrarse bien y decidimos darle otro día para recuperarse. Examino sus heridas, pero la fisiología enana no me permite distinguir entre la roña y la gangrena. No huele especialmente mal, así que esperamos que no sea lo segundo. Blain agradece nuestra consideración.

31 de mayo 2949

Partimos a Erebor. Vuelve a guiarnos Blain mientras Hans nos provee de alimento por el camino. Nos estamos volviendo unos aguerridos viajeros, menos Ostag que parece que aún le quedan caminos por recorrer.

7 de Junio 2949

Llegamos a la Montaña Solitaria, el gran reino de los enanos que fue recuperado tras la Batalla de los Cinco Ejércitos de la que han pasado tan solo ocho años. Nuestros corazones se sobrecogen con la presencia de lo que para unos es una leyenda y para otros su hogar.

Un grupo de guardias custodian la puerta y son enanos de las Montañas del Este, lo que nos indica que son veteranos de la Batalla de los Cinco Ejércitos. Blain nos comenta que sus armaduras, flipantes, son de sus casas y que al haber participado en la batalla se les permite mantener sus emblemas. Un hecho curioso que nos llama la atención.

Los guardias, algo especistas, se dirigen a Blain y le preguntan qué hace en compañía de extranjeros (se refieren a los demás, que somos Caballeros del Valle). Este no sabe quién manda en estas tierras. ¿Se contará a los enanos como a los orcos?

Blain consigue convencer a los de la puerta y se animan a llevarnos a hablar con el secretario (Glaif) que es quién nos tiene que dar permiso para entrar en las montañas y con quién debemos hablar para conseguir una cita con Dain, el Rey bajo la Montaña. 

Ataca pasa con nosotros, nadie parece poner pegas a la presencia del sabueso del bosque.

Tras unas acertadas palabras de Blain (¡se está saliendo!), Glaif nos permite visitar el interior de la ciudad siempre que vayamos acompañados por Blain. Cuando nos preguntan qué deseamos visitar en la ciudad, el enano le cuenta que nuestro deseo es visitar la biblioteca para buscar información sobre el dragón y Glaif nos cuenta que se lo comentará a Dain, pero que no estando el dragón en las puertas, no parece un tema urgente, así que no esperemos una cita en 24 horas.


Nos pone en contacto con Muninn, Archivero de la Cámara de Marazbul, que es quién puede resolver nuestras cuitas. Blain se convierte en nuestro portavoz (por aquello de que estamos entre enanos), pero quizás no sea la mejor de nuestras elecciones.

Vamos a intentar descubrir toda la información posible sobre Raegnar, el dragón, y si nos pueden ayudar con la segunda parte del acertijo. El acertijo:

 Ahora mi plata tallada y mi oro tallado serán ofrecidos al SAQUEADOR, la muerte escurridiza.

Un precioso señuelo para LLAMARLO, una trampa de hierro para ENCADENARLO, y luego soltarlo sobre el Norte.

Blain se presenta como hijo de Flain uno de los que cayeron en la Batalla de los Cinco Ejércitos (esto no lo sabíamos), también nos presenta a todos. Esto de las presentaciones es bueno para el espíritu porque siempre hablan de ti en buenos términos.

Eyvindr le habla de la profecía del burgomaestre y que la magia está por medio. Esto parece que le impresiona.

Blain le explica el acertijo y le cuenta lo que hemos aprendido hasta ahora de él. Parece que la pequeña poesía le ha llamado especialmente la atención. Parece que los acertijos le gustan bastante a los enanos y, en concreto a este enano. Cree que hemos interpretado al Saqueador de forma correcta, pero la parte del encadenado no le resulta extraña. No lo sabe personalmente, pero sí conoce a una persona que sabe de estos artefactos y nos pondrá en contacto con él.

Por último, tratamos de que nos revele lo que sabe del dragón de hielo. Quisiera darnos esa información, pero él no la tiene, pero se compromete a buscar en la biblioteca o dejar que algún enano con conocimientos mire en ella.

Munnin nos guía por la cámara de Marazbul hasta ver a un enano que le resulta conocido a Blain. Se trata de Ori, quién formó parte de la compañía de Thorin Escudo de Roble que recuperó Erebor. Es la persona que más conocimiento tiene de artefactos y objetos mágicos en Erebor. Munnin se despide de nosotros y nos quedamos con la sensación de que podremos volver a consultarle cosas en el futuro. Amistoso el anciano enano

Ori es una persona más abierta y está más dispuesta a colaborar y hablar con nosotros. Le gusta la gente con sabiduría (es un poco ingeniero) y nos recibe con una sonrisa.

Eyvindr se presenta y nos presenta a Ori. Ostag le cuenta nuestras hazañas tratando de impresionarlo y le cuenta que estamos al servicio de Beorn y de Gandalf. Le dice que queremos encadenar al dragón y eso parece causarle buena impresión.

Blain le habla del acertijo e intenta persuadir a Ori de que nos ayude a desvelarlo. A él le suena lo de la cadena, pero no recuerda exactamente de qué. Lo tiene en la punta de la lengua.

Eyvindr le canta las circunstancias en las que conocimos el acertijo y eso parece hacer que a Ori se le refresque la memoria y mira a Hans. 

Hans que se las prometía felices, de repente captó la atención de Ori, este quería saber cuanto sabía de Dol Guldur. Evidentemente Hans habló sólo de aquello que consideraba importante, él. Era tal su ansia de protagonismo que en lugar de hablar de Dol Guldur le habló de Gundabad, así, porque él lo valía. Al final reconoció que no habíamos estado en Dol Guldur, habíamos llegado solo hasta la torre del Elfo, pero estaba claro que había orcos por la zona. Ori nos cuenta que el acertijo se está refiriendo a la cadena de Thangorodrim. Que fue forjada en los Días Antiguos por los poderes antiguos y fue creada para controlar a los dragones a los que les roba el libre albedrío y le obliga a seguir la voluntad del portador de la cadena. En la Segunda Edad va al monte Gram y cuando se revela el Nigromante, se lleva la cadena a Dol Guldur y allí es donde, en teoría, se le pierde la pista.

Hans recuerda que tras la caída de Dol Guldur muchos servidores del Nigromante abandonaron la zona y se desperdigaron por las Tierras Ásperas. Es posible que alguno de los lugartenientes del Nigromante huyera de Dol Guldur y se instalará en las Montañas Grises (alrededor de Withered Heath). ¡Con cosas de la Primera Edad hemos topado!

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