
25/10/2020. EAU. Perico (DJ), JC (Hans), Germán (Delileron), Sento (Ostag), Sirvent (Eyvindr)
Durante el invierno que pasamos en casa de Radagast nos llegaron rumores de movimientos comerciales de Dorwinion (en la parte noroccidental del Mar de Rhûn) con la gente del lago, parece que van a establecerse caravanas comerciales entre la ciudad de valle, la ciudad de lago y Dorwinion.
Las noticias que llegaron del sur hablaban del nacimiento al final del invierno del nieto del Rey Fengel de Rohan, gobernante de los eorlingas. Lo han llamado Théoden.
No tuvimos conocimiento sobre movimientos de orcos en nuestra zona, fue un invierno bastante tranquilo, lo que era una buena noticia.
13/04/2948
Una fría mañana de primavera llegó a casa de Radagast un hombre vestido con una capa gris, sombrero puntiagudo y un cayado, no fue complicado reconocerlo, era el mago de muchos nombres, Gandalf, quien fue recibido por Radagast y se reunió en privado con él, emplazando a todos los demás habitantes a hacer una recepción más tarde.
La fiesta que se montó por la tarde fue épica para algunos como Hans y Ostag que no habían visto tanta comida junta en su vida, aunque menos impresionante para los elfos y la gente del lago. Una vez finalizada comenzaron los bailes y las animadas charlas, Gandalf se retiró a un lado con una jarra de cerveza enana, sacó una pipa que llevaba escondida en el cayado y comenzó a fumar haciendo dragones, barcos y demás maravillas con el humo que expulsaba. Era el momento adecuado para hablar con él y Eyvindir estaba dispuesto a aprovecharlo.
Animado por sus compañeros Eyvindir se encaminó hacia Gandalf cuando resbaló en un charco de vómito, perdió totalmente el equilibrio, cayó en plancha y salpicó la capa de Gandalf con tan desagradable sustancia.
El inicio de la conversación no fue de los mejores pero ahí estaban sus compañeros al quite, así que Ostag le contó nuestro viaje a Gundabad, los 10000 orcos que habíamos matado por el camino, Hans le contó cómo habíamos atravesado a pie el bosque negro y como por el camino ayudamos a Balin, el enfrentamiento con el gigante al convencimos de volver a las montañas también fue contado por Ostag, incluso Delileron le cantó nuestro encuentro con la guerra civil vinglundina.
De todo, lo que más pareció impresionarle fue nuestro encuentro con Balin, incluso nos contó que tenía pensado viajar con él al año siguiente para pasar por la Comarca a saludar a un tal Bilbo, le preguntará por nosotros a ver si nos recuerda.
El ambiente de la fiesta no era el apropiado para conversaciones, así que nos citó para el día siguiente, estaba muy interesado en la actividad en Gundabad y en la guerra vingundina, por lo que nos despedimos, él se fue a por otra cerveza y todos menos Ostag, que insistía en que tanta cerveza seguramente no volvería a juntarse en esta era y no podía desaprovecharse, se retiraron a descansar.
14/04/2948
El típico ruido de preparación de un caballo para el viaje nos despertó, bueno, no a todos, se trataba de Gandalf, estaba ensillando un caballo (no era el mismo con el que había llegado, pero más tarde descubrimos que esto era una especie de hábito), nos echó la bronca por levantarnos tan tarde (no a todos), porque casi perdemos la oportunidad de hablar con él, de todos modos se había quedado sin tiempo, si queríamos tener esa conversación tendríamos que viajar con él, se dirigía a casa de Beorn e iría a ritmo de mago, todo un reto.
Tuvimos el tiempo justo de alquilar caballos, ponis y despertar a Ostag. Comida solo íbamos a necesitar para una semana, Gandalf esperaba llegar el día 20 a casa de Beorn, la cabalgada iba a ser rápida, muy rápida.
Para sorpresa de Gandalf y nuestra, pudimos seguir su ritmo sin demasiada dificultad, lo que le impresionó igual que nuestras aventuras, eso nos permitió mantener varias conversaciones, en ellas nos contó los planes que tiene, como una visita a todos los miembros de lo que se conoce como Concilio Blanco, en la que les informará de unos movimientos que está detectando en este lado del mundo. Cuando le comentamos lo que nosotros habíamos visto (los orcos del ojo rojo haciéndose con el poder en Gundabad), vio la necesidad de hablar con Beorn para informarse de la situación por estos sitios antes del Concilio.
También hablamos de la situación de Fernbridge y de lo que pasaba en el lado sur del bosque, del que no tenía mucha información, la parte del ejército estaba seguro que se trataba de un estratagema para dar la falsa apariencia de que el nigromante había vuelto, el que nadie del concilio sabe o conoce dónde fue después de ser expulsado de Dol Guldur, Gandalf no creía que se le pudiera matar, en principio pensaron que era un mortal con mucho poder, pero en la batalla quedó claro que era algo más que un mortal.
El problema que vio en el ojo rojo era su simbolismo, era más de lo que parecía a priori, el enemigo supremo siempre se ha identificado con un ojo sin párpado, y en muchos sitios se ha usado ese diseño de ojo sin párpado. Que alguien estuviera usando ese símbolo implicaba una serie de conexiones con seres que en su momento procedían de Mordor.
Mordor no representa la amenaza que representó en su momento pero está lejos de ser un lugar tranquilo, siempre hay que esperar nuevos peligros desde allí. En este caso había que preguntarse porque habían salido de Mordor y por qué habían llegado hasta aquí y hasta Gundabad, esa patada al avispero era muy preocupante, y más el que se pudieran poner todos de acuerdo.
20/04/2948
Era un día primaveral bastante lluvioso cuando llegamos a casa de Beorn. El recibimiento fue inesperado, nunca habíamos visto a Beorn tan feliz, el aprecio que le tenía a Gandalf era evidente. Rápidamente se retiraron a hablar en privado y no fue hasta el día siguiente cuando pudimos ver a Beorn.
21/04/2948
Era primera hora de la mañana cuando nos reunimos con Beorn, Gandalf ya se había ido. Le contamos prácticamente lo mismo que a Gandalf durante la semana de viaje, los ejércitos de Fernbridge, los espíritus que pueden despertarse, los orcos de Gundabad,…
De todo lo que más le preocupó fue Gundabad, si nos atacaban desde el norte necesitaríamos ayuda, guerreros que pudieran luchar contra los orcos.
Los espíritus no le preocupaban, según él era un problema de los magos (Gandalf y Radagast), el nigromante era harina de otro costal, eso sí le preocupaba mucho y estaba seguro de que en algún sitio tenía que haber información al respecto, y según le había contado Gandalf esa información la encontraríamos en Emyn Duir, en las montañas de Mirkwood, justo donde se comenta campan un vampiro y un hombre lobo de los que Beorn no parece acordarse.
En Emyn Duir existieron fortalezas de los elfos, la más importante de ellas era “El Refugio” y es posible que si aún está allí, en su sala de documentos encontremos lo que Gandalf necesita.
Los refuerzos por si nos atacan del norte los podríamos conseguir en los enanos de las Montañas Grises, hay un grupo dirigido por Frár Sinbarba, un enano que está involucrado en dos campañas y que tiene su base de operaciones al noroeste de Erebor, en una ciudad minera al pie de las Montañas Grises llamada Edric’s Town. La primera campaña es la de recuperar una fortaleza enana en manos de los trasgos, Greydelve. La segunda es más épica, encontrar una mina conocido como “Fireheart Mine”, perdida en las montañas y que se le supone muy rica en gemas.
Los vinglundinos, si lo hiciéramos bien, también serían un buen apoyo en la guerra contra los orcos de Gundabad, pero conseguirlo es más complicado. La guerra civil nos viene bien porque mientras luchan entre ellos no son peligrosos y no se expanden, pero si finalizara no podríamos fallar al conseguir su ayuda y no su enemistad.
Muchas cosas por hacer en muy poco tiempo, así que decidimos salir lo antes posible hacia Emyn Duin, de ahí iriamos a Ereborn, Edric’s Town, Greydelve, Vinglundinos y a casa de Beorn. Parece que abarcamos demasiado, pero la guerra se acerca y el tiempo escasea, hay que tomar riesgos y no hay que fallar, los habitantes del Anduin dependen del éxito de nuestra empresa.