26/05/2019. Perico (DJ), Juan Carlos (Hans), Sento (Ostag), Scott (Blain), Leo (Astaldo)
6 febrero 2947. Martes
Poco a poco, tras patrullas, vigilancias, refuerzos de fortificaciones y otras tareas de seguridad, el invierno iba acabando en la granja de los Blacktom.
Cuatro semanas atrás, en una de las patrullas rutinarias, encontramos rastros del gigante del que oímos hablar antes del invierno, cuando nos dirigimos por primera vez a casa de Amfosa, las señales eran claras, huellas, vallas rotas, cadáveres de animales a medio devorar,… y lo peor es que cada vez las encontrábamos más cerca de la granja. Estaba claro que tendríamos que ocuparnos de ese problema y que aplazarlo solo conllevaría acercar el peligro a la granja.
7 de febrero de 2947
De buena mañana partimos en busca del gigante, pero no fue hasta media tarde que dimos con su rastro, momento en el que nos dimos cuenta que ¡no habíamos decidido qué hacer con él! Así que tras debates de si usar la lanza, el hacha o las flechas, decidimos que hablaríamos con él y según la conversación decidiríamos que hacer.
No tardamos mucho en localizarlo, no hacía falta ser un explorador avezado para seguir su rastro, y cuando queríamos convencerlo de que no atacara la granja de los Blacktom nos sorprendió con el motivo que hasta allí le llevaba, no era otro que encontrar el caballo de Frumgar (el padre de Fram, aquel que acabo con la serpiente Scatha) con el que el gigante mantenía una deuda.
Frumgar es conocido entre los enanos por su fama de ladrón (leyenda de Scatha), pertenecía a los éothéod, ascendientes de los eorlingas, lo que convertía a su caballo en el ascendiente de los Meara.
Evidentemente tanto Fram, como Frumgar, como el caballo llevaban muchos años muertos, y explicar la muerte a un ser prácticamente eterno como las montañas, era harto complicado, por lo menos para Ostag, quien tras una conversación llena de metáforas sobre muerte, ríos y gente bajo tierra, consiguió que el gigante se hiciera un lío volviera a la montaña a recapacitar sobre ello, esperemos que hasta la próxima edad.
11 de febrero de 2947
Con el problema del gigante ya resuelto, volvimos a la granja, aun nos quedaban dos semanas de invierno antes de poder volver a subir al norte. Decidimos fecha de partida, el 23 de marzo. Era momento de empezar los preparativos, esta vez no queríamos llegar a casa de Amfosa con las manos vacías, llevaríamos provisiones de sobra para compensar nuestra última visita.
27 de marzo de 2947
Llegamos a casa de Amfosa, y menos mal que habíamos cargado provisiones extra, porque pese a que el viaje no fue malo, nos tocó descansar tres días para recuperarnos antes de empezar la búsqueda de la torre perdida.
1 de abril de 2947. Partimos en busca de la torre perdida.
Astaldo preguntó a Amfosa por el caballo de Frumgar, dando la casualidad de que en el cruce de caminos donde se encuentra su casa, se encontraba la ciudad de los Éothéod (Framsburg), fundada por Frumgar, siendo la zona donde empezaron a criar caballos extraordinarios. Parece ser que aún hay una zona con caballos muy míticos y entre ellos hay un semental enorme que dicen es mejor aún que un meara.
Alguno quiso ir a ver el famoso caballo, pero los demás recordaron el motivo por el que allí se encontraban, así que nos adentramos poco a poco en Gundabad en busca de la entrada de la torre, hasta zonas escandalosamente cercanas a sus murallas.
Cuando llegamos a la zona que Blacktom nos indicó, gracias a Astaldo y su facilidad para reconocer estructuras enanas, pudimos dar con una entrada disimulada en una colina, imposible de distinguir a ojos no enanos. Aunque de poco sirvió, la puerta estaba sellada, por suerte a Blain se le ocurrió buscar la puerta que habrían utilizado los humanos, y la encontró, media misión ya la teníamos completada, Beorn estaría satisfecho.