20181021 El anillo único. Perico (DJ), Juan Carlos (Hans), Sirvent (Eyvindr), Leo (Astaldo), Sento (Ostag)
La sala elegida por Astaldo en Bar-en-Thurin fue perfecta, nos permitió un buen descanso esa noche, y menos mal, porque fue levantarse y llevados por la curiosidad empezamos a explorar la fortaleza (camuflada por algunos con frases tipo «puede que la exploradora que buscamos se haya refugiado también aquí»).
Íbamos realmente perdidos, no teníamos ni idea de qué hacía ahí una fortaleza enana «abandonada», pero gracias a Eyvindir y a una de sus canciones, estábamos casi seguros de que esa fortaleza enana estuvo aguantando un asedio durante mucho tiempo gracias a una gran fuerza espiritual mantenida a base de tradiciones enanas, y que aún así, los enanos tuvieron que retirarse de la fortaleza.
Inspeccionando la fortaleza encontramos la sala donde descansa el señor de la puerta y sala donde descansan sus 6 seguidores, protegidas todss por puertas cerradas por enanos (unas puertas que no hay manera de abrir, y mira que lo intentamos)
A mitad pasillo encontramos un tramo excavado en tierra y no hecho por enanos, raro, raro, raro. Así que hacemos lo que se espera de unos aventureros inconscientes, meternos. Avanzamos poco a poco, pero cuando un fuerte olor a lobo invadió nuestras fosas nasales, recuperamos el sentido común y regresamos a los tramos enanos.
Explorando encontramos unas escaleras que nos permitieron descender a estancias inferiores, y allá fuimos. Ostag en cabeza examinando la mazmorra, Eyvindr a cola, un explorador experto que decidió abrir una puerta justo cuando ya habíamos pasado todos, así que un goblin apareció para saludarle, suerte tuvo de que Ostag estaba inspirado y fue en su rescate, matando al goblin y continuando inmediatamente todos la exploración de la fortaleza.
Bajamos otro nivel, en el que parecía que hubiera más actividad ya que habían más señales de paso y movimiento. La planta éra prácticamente una cripta, encontramos nichos excavados en roca (pero de manera muy tosca, como hecho con prisa), pero ya no había nada, hacía tiempo que fueron expoliados.
Al final del nivel unas pequeñas escaleras (nada de rampas) dieron paso a una sala en la que fue entrar y notar una sensación de frío, inmediatamente de entre las sombras del fondo de la cripta apareció un ser enano que de algún modo dijo: «sois unos malditos no deberíais haber entrado nunca a aquí«. Acto seguido, todos menos Ostag se llevaron su premio, un puntito de corrupción.
El enano gritó «atrás!!!!» y fue la señal para el comienzo del reparto de golpes, por suerte el espectro enano 👻 fue el que los pilló todos, desapareciendo un par de veces de tanto daño que recibía, pero volviendo a aparecer, y así tres veces, que parece que era el tope.
Y bueno, pues allí nos quedamos, sin tiempo para avanzar más, así que habrá que arrimarse a algún lado, ponerse cómodo y esperar al próximo último domingo de mes.
Nos leemos!