D&D5e – s02e22 Princes of Apocalypse – La entrada al templo del aire


Juego: D&D 5e
Fecha: Tercer tenday de Tarsakh de 1491
Campaña: Princes of Apocalypse
Lugar: Roll20
Asistentes: Germán (Darrak), Gian (Erevan), Ivan (Ångørd), María (Dinore), Sku (Malark), Perico (DM)

Aprovechando la buena conexión que han hecho con los hipogrifos, los Héroes de Phandalin deciden ir a hablar con ellos otra vez y ver si pueden localizar dónde ha escapado Thurll.

Los hipogrifos les confirman que hay una garganta lateral del valle en la que suelen dejar o recoger a los humanos que los montan y estos después entran en unas antiguas construcciones enanas.

El grupo sospecha que esa debe ser la localización del templo del aire y le piden a los hipogrifos que les lleven. El paseo dura apenas unos minutos, y el grupo se encuentra frente a una puerta parecida a otras que ya habían visto (la de la «cuadruple» llave), sin embargo esta está abierta.

En previsión de posibles problemas, Ångørd se disfraza de Thurll y el grupo decide atravesar el umbral.

Se encuentran en un extraño pasillo que hace zig-zag y en las paredes hay unas aspilleras repartidas en cada tramo recto. Cuando el grupo está más o menos a mitad del pasillo, empiezan a surgir flechas de las aspilleras de ambos lados. El grupo se arrima a las paredes e intenta no ofrecer un buen blanco. Un vistazo rápido por una de las aspilleras identifica a los atacantes como unos kenku.

Viéndose en desventaja, el grupo decide avanzar lo más rápido que pueden por el pasillo hasta la puerta que se ve al final. Esta está abierta y lleva a un pasillo mucho más amplio en el que se ven algunas puertas.

De una de las puertas salen un grupo de humanos acompañados de alguien con el porte de un artista. Este se queda mirando al grupo e insulta a Ångørd, que siente una sensación extraña… como el de alguien al que no está acostumbrado a que esto le pase.

Viendo que la situación se complica Dinore lanza su oscuridad llena de tentáculos y rápidamente se hace el silencio.

El grupo se enfrenta a todos los que salen de la esfera, que parecen bastante dañados física y mentalmente. Uno de los que sale es el bardo, el grupo lo acosa, pero el acaba escapando, desapareciendo ante los ojos de todos, empleando algún conjuro que les es desconocido.

El grupo acaba rápidamente con el resto de enemigos, aunque siguen mosqueados por la desaparición del «artista».

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