Estaba un poco cansado de ver fotografías de partidas de fantasía con elementos decorativos, que si muros, que si puertas, que si estanterías y me dije: ¿no habrá elementos de escenografía para partidas de rol de ciencia ficción? Y sí, la verdad es que los hay; algunos están más pensados para partidas de miniaturas de juegos de escaramuzas que de rol, pero se podrían usar. Sin embargo, mi búsqueda me hizo hacerme otra pregunta: ¿y no podría hacerlos? ¿No podría fabricar mis propios elementos de escenografía para sacar en las partidas de rol?
Nota: Normalmente jugamos con un papel hexagonado sobre el que ponemos una lámina transparente y sobre la que pintamos con rotuladores no permanentes. Eso es suficiente y, a veces, se queda sin usar porque la escena no lo requiere. Los elementos de escenografía son totalmente innecesarios para jugar a rol, como las miniaturas, pero es divertido hacerlos y divertido usarlos. Y las fotos de nuestras partidas quedan mejor…
En este artículo voy a mostrar cómo he hecho unas puertas que parecen ci-fi. Solo comentaré la fabricación de las mismas dejando la pintura para un segundo artículo, si eso. Los materiales que voy a usar son dos: cartón grueso y fino. El grueso es como de un milímetro de espesor y lo tenía por casa (se puede comprar en cualquier papelería técnica medianamente decente). El fino es el cartón de una caja de galletas (en concreto de una caja de Napolitanas, pero valdría cualquier cartón que no esté formado por varias capas. El de las Campurrianas no vale, por ejemplo). El cartón grueso lo utilizo para la «parte estructural», mientras que el fino para los «adornos», pero veámoslo por fases.
Lo primero es dibujar en ambos cartones todos los elementos. Decidí que mis puertas tuvieran 6 centímetros de alto y 5 centímetros de ancho; eso me permitía hacer la hoja de 3 centímetros (que es el diámetro de los hexágonos que gastamos) y dejarle un marco de 1 centímetro a cada lado. [Nota: en la imagen hay material para dos puertas]. Cada puerta tiene una estructura de tres cartones: uno macizo (arriba en la imagen) y los otros huecos, donde recorto el hueco de la puerta realmente. El macizo va a ser la hoja de la puerta mientras que los huecos van a formar el marco.
Pego unos con otros utilizando cola blanca de carpintero (la de toda la vida) y los sujeto con unas pinzas hasta que la cola hace efecto. Al tratarse de cartón, la cola blanca se secará rápido y la unión será muy resistente. Lo único que hay que tener cuidado es que la cola no sobresalga. Si lo hace, hay que limpiarla antes de que se seque.
Lo siguiente es preparar los adornos de las puertas en cartón fino. El hueco de las puertas es de 3 x 5 centímetros, pero quería que quedara un margen de algunos milímetros entre los dos adornos, por ello le quité 2 milímetros en la altura, dos milímetros en cada lateral y, además, 2 milímetros entre cada hoja. Si os fijáis en la fotografía, hay un corte a derecha y otro a izquierda. Lo hice así para que al pegarlas, una a cada lado, quedarán iguales, como si fuera el mismo corte. Este detalle no es del todo necesario, puedes suponer que la puerta tiene dos hojas paralelas y que cada una se abre de forma independiente, pero como conozco a mis jugadores de Exo (que me preguntan la composición química de las armaduras iroiendi) no quise verme obligado a dar explicaciones.
Para pegar los adornos a la estructura de la puerta, lo que hice fue embadurnar toda la hoja con cola blanca en una capa fina. Eso me permitió poner cada adorno y ajustar las distancias. Una recomendación es que antes de pegarlos comprobéis que ajustan bien. Los cortes con la cuchilla o con las tijeras no tienen que ser precisos y ese medio milímetro puede ser importante en este paso. En algún caso, necesite sujetar las hojas con las pinzas para que todos los extremos se quedaran bien pegados. Como en el caso anterior, hay que retirar el excedente de cola para que luego no moleste a la hora de pintar. Nota: hay que hacer esta operación en cada lado de la puerta.
Como la puerta me quedaba un poco sosa, decidí añadirle algunos adornos más en cartón fino para completarla. Un rectángulo a mitad de uno de los marcos para simular el pulsador que la va abrir. Tres adornos de un milímetro de ancho en la parte superior del otro marco (que no sé para qué sirven, pero quedaban bien) y un adorno circular en el marco superior que simulará el led rojo/verde de la puerta indicando si al otro lado hay presión atmosférica. Se ve un círculo perfecto porque lo he recortado con una máquina de hacer agujeros en las hojas de papel (sí, de esas antiguas). Si lo intentas con las tijeras no te quedará tan exacto. Si no tenéis una máquina de agujeros, poned un triángulo como led. Están pegados con cola blanca.
Ya solo nos queda la parte final de la estructura de la puerta. Vamos a utilizar una tira de cartón grueso de ocho milímetros de ancho y un trozo de una vieja tarjeta de plástico de 2 x 6 centímetros. El primero nos va a servir para hacer el reborde de la puerta. El diseño original no lo tenía, pero, como he comentado, los cortes con la cuchilla no son perfectos y el canto no quedaba completamente alineado. Tenía la opción de lijarlo o taparlo y opté por esta segunda. Además, el reborde da la sensación de que la puerta forma parte de una pared y que está hundida en ella. Me gustó como quedaba. Si os fijáis en la fotografía, la tira de cartón tiene una línea dibujada a la mitad; la hice para que fuera más fácil pegarla. Ese es el lado interior del reborde y utilicé la línea para saber dónde estaba el centro en todo momento.
Para pegar la tira utilicé pegamento instantáneo (cianocrilato). Con cola blanca se podría haber hecho, pero hubiera sido más largo y me hubiera obligado a sujetar cada trozo mientras se pegaba. No me gustan los pegamentos instantáneos (por el olor, porque son engorrosos, porque no admiten errores), pero en este caso era lo mejor. Con el cianocrilato, echaba pegamento, pegaba un lateral, doblaba el siguiente, echaba pegamento, lo pegaba, doblaba el siguiente y así hasta que hice todo el marco sin esperar. No he marcado mucho los dobleces para que por la parte exterior quedara más redondeado. La tira, como veis en la foto, es más larga que el perímetro de la puerta. Está hecho a propósito. Una vez seco, el exceso se corta con unas tijeras, pero así no tienes problemas de quedarte corto o de no pegar el primer tramo perfectamente al ras.
El último paso es pegar la base de la puerta para que se mantenga de pie. En principio pensé utilizar el mismo cartón grueso, pero me dio un poco de miedo que se curvara por las esquinas al pintarlo (con la humedad) o que se deformara al usarlo en las partidas, así que pensé en algo más rígido. Por eso utilicé unas viejas tarjetas de plástico que tenía guardadas para estas cosas. Las corté con tijeras y las lijé un poco para favorecer que se pegaran (con cianocrilato de nuevo) y para el posterior proceso de pintura.
Y aquí concluye el proceso de fabricación de estas puertas CiFi que, espero, pronto vean partida. No trabajé de forma continua en las puertas porque voy picoteando cinco minutos aquí y allí en los descansos del trabajo, pero calculo que hacer estas dos puertas me llevó unos 30 minutos. La primera que hice (el prototipo) me llevó algo más porque hubo mucha prueba y error, pero una vez tuve claro el proceso, es rápido y el resultado es bastante aparente. Ahora solo queda pintarlas, pero de eso hablaré en un próximo artículo.