Esto del cine de los miércoles se va animando porque la pasada noche fuimos 4 los presentes en el mismo. ¿Quién sabe? De aquí a la conquista del mundo sólo hay un paso… [deja de divagar]
Nuestro bar favorito de los miércoles nos sorprendió esta noche con una película de animación francesa (en realidad franco-belga-canadiense de Quebec) que, debo confesar, no había oído hablar de ella en mi vida, pero que fue una interesante experiencia. La película se llama:
Les Triplettes de Belleville
«Triplettes» hace referencia a un trío de cantantes de «music-hall» y «Belleville» es el nombre de una ciudad muy parecida a Nueva York. Sin embargo, la historia no es sobre las «triplettes» ni se inicia en Belleville. Sylvain Chomet, el director de la película y conocido dibujante de cómics franceses, nos narra la historia de un trío (no el de las cantantes): un niño, una abuela y un perro. Cada uno de los espectadores se lleva una impresión de la película diferente. Para el dueño del bar es la historia del niño, para algunas de las espectadoras es la historia de la abuela, pero para mí, es la historia del perro, auténtico protagonista de la cinta.
Sin desvelar mucho más de la historia , para no fastidiar la trama ya que os recomendamos mucho verla, la película es completamente visual y musical. Tiene algunos diálogos, pero son voces en off y palabras de fondo que, en realidad, no son necesarias. Toda la comunicación se hace a base de gestos de los personajes o de ruidos (el silbato de la abuela debería pasar a la historia) y el trasfondo se consigue a través de un dibujo bastante personal. Chomet, a pesar de que la película es de 2003, huye de la estética Disney, Pixar o del manga y crea un producto con personalidad propia. Me encantó especialmente el guiño caricaturesco de los personajes secundarios. Todos los habitantes de Belleville son orondos comedores de hamburguesas; los franceses tienen las caras redondas y siempre miran por la televisión lo que está pasando por su ventana; los malos son armarios roperos (literal) y los bebedores de vino tienen las narices grandes y rojas. Me encantó, por ejemplo, la forma de dibujar los barcos
En resumen, una película de animación muy recomendable de la que os dejo el siguiente avance comercial cortesía de Youtube.
Yo la vi hace mucho tiempo, la recuerdo como que me pareció algo larga pero entretenida y sobretodo muy original.
Creo que la recomendó (o pasó) Carlos Surreal.