Exo – 3×01 Campaña 808 (El silencio de los muertos) – Inicio


Juego Exo
Fecha En algún momento del 3471
Campaña Exo 808
Lugar Manises I
Asistentes Sento (subteniente Reinhard), Juan (sargento Huk), Leo (Gustav), Jose Manuel (Jango), Chema (Liraraf), Germán (Max) y Carlos (Piefkowski). J.C. (DJ) y Junior como artista invitado.
Datos por: Max

Tras la destrucción de un planeta, toda una cultura milenaria y la interrupción temporal de los saltos subespaciales en una gran parte de la galaxia, nuestros protagonistas necesitaban un tiempo de descanso. Algunos aprovecharon esos días para realizar cursos de aprendizaje con los exos, la flota o los inmos y, tras una leve indicación de oficial Alldo (les dijo que la próxima vez lo tiraría por la escotilla), la 808 comprende que ha llegado el momento de que Jango supere las pruebas para ser un exo. Tocó falsificar alguna cosa, como su partida de nacimiento, pero el muchacho tenía madera y al final acabó siendo destinado a la 808. Ahora tendrá una armadura de su tamaño (se la han adaptado de una de los jionales) y podrá comer con todos en el comedor. Tras todos estos cursillos y algún que otro descanso extra, nuestro héroes se encuentran con un nuevo miembro de la tripulación: Pascual «sin manos» Piefkovski, al parecer el piloto que les hacía falta. ¿Por qué ese mote de «sin manos» preguntaron inocentemente…

El oficial de los exos de la 6ª flota no está contento. Es difícil que lo esté tratándose de la 808. No es mala persona, es que trabaja con mucho estrés. Les dice, sin rodeos, que no les ha perdonado la cagada de la última vez. «Salvamos a la galaxia» dice uno, pero la mirada de Alldo deja claro que el precio fue excesivo. Se espera iniciativa de los exos, pero también se espera que la utilicen para minimizar los daños. Tras algunas indirectas y pullas más, les informa que les va a mandar misiones rutinarias hasta que dejen de cagarla y es entonces cuando les habla de la PRC.

—¿Y qué es una PRC? —preguntan. El oficial se pregunta cuándo se dignarán a leerse el maldito manual de acrónimos.

Mae Jemison, astronauta de la estación espacial, se ha convertido en Jana Lou, la protagonista de nuestra historia

El oficial les explica que Jana Lou es una exobióloga clasificada como «posible recurso ciudadano» y que desde hace un tiempo está bajo la vigilancia del gobierno. No es una vigilancia policial, pero el sistema PRC está atento a cualquier variación de las rutinas, viajes inesperados, movimientos bancarios y esas cosas que delatan que algo grave está pasando. Jana Lou ha estado viajando como un reloj a Ilam cada dos meses, pero lleva 4 meses sin aparecer por la estación. Eso ha hecho saltar algunas alarmas en Vettera y les han encargado la misión de descubrir que ha pasado con Jana Lou. Para evitar equívocos, les dice que su misión es ir a Ilam y comprobar el estado del PRC con discrección. El PRC no debe saber que está siendo investigado y si ha cambiado de rutinas deben informar de ellas para registrarlas en la base de datos.

—Una misión de mierda jefe

—Sí.

La primera duda de nuestros intrépidos héroes, además de cargar la nave con cualquier cosa que se les puede ocurrir (cachivaches antiiroiendi), es cómo ir a Ilam. Pueden rodear todo el Sector Libertad para llegar hasta allí o pueden atravesarlo ahorrando varios días de viaje. Se deciden por la opción prudente y van dando un rodeo fuera de la conflictiva zona libertaria.

Nota del DJ: Una pena, Jana Lou podría haber sobrevivido si se hubieran dado prisa.

Imagen de DasWortgewand-8385

Ilam es un sistema doble alrededor del cual orbitan cuatro planetas, tres en torno a la estrella principal y el otro alrededor de las dos. Alrededor de este último orbita una enorme estación orbital con miles de habitantes, capital virtual del sistema. Está formada por tres niveles octogonales en rotación más un cuarto nivel en gravedad cero donde están las dársenas de atraque. El primer nivel es el comercial con hangares y almacenes para mercancías, el segundo nivel es el residencial, con barrios hacinados, zonas de oficinas y ocio y el tercer barrio es el industrial con barrios más hacinados aún, industrias diversas y pocas zonas de esparcimiento.

Las primeras investigaciones, tras saltarse la seguridad de los registros de la estación, les indica que ninguna Jana Lou ha pasado por la puerta de embarque. ¿Nunca? Bueno, desde hace unos meses. No hay ninguna Jana Lou en los registros recientes de la estación. ¿Es posible que la inteligencia de la RFP haya errado? Tras revisar las grabaciones comprueban que sí ha entrado, pero no con su nombre sino con el de una tal Ila Mayer hace unos días… oh, casi hubieran coincidido con ella de haber atravesado el Sector Libertad. Las ausencias en su rutina quedan justificadas por el cambio de nombre en su acceso.

En los registros de la ciudad no hay ninguna propiedad a nombre de Ila Mayer (ni de Jana Lou), pero sí aparece una relación con una tyrana de nombre Carla Mayer (sospechosa coincidencia de apellido) que está registrada en una habitación en la zona residencial. La 808 se pone en marcha y se dirige a la zona residencial de la estación para hacer un seguimiento discreto de la tal Carla Mayer en la esperanza de que les lleve hasta Jana Lou. Carla está nerviosa, casi paranoica, y de eso se dan cuanta desde el primer momento. Camina de forma errática, dirigiéndose al barrio Alona, pero intentando evitar que se note, dando rodeos innecesarios. Los exos se dan cuenta que no son los únicos que la están siguiendo. Un hombre, vestido de negro y con un maletín, no pierde ojo de sus movimientos. Carla acaba llegando a un edificio, el hombre de negro espera fuera, ellos también. Pocos minutos después la mujer sale corriendo, asustada y Cardumen y Max deciden seguirla. El hombre de negro se marcha en otra dirección y Huk y Liralaf le siguen a él (aunque le pierden al poco rato al subirse a un transporte automático). La mujer a la fuga acaba tropezando en una encrucijada y se cae al suelo arruinando su ropa. Nerviosa, casi histérica, se refugia en una cafetería cercana para tranquilizarse. Deciden vigilarla.

Mientras tanto, Jango y Piefkowski investigan el edificio. No saben a qué piso había subido la tyrana, pero tras una serie de pruebas y errores descubren un apartamento entreabierto en la segunda planta. Son solo dos habitaciones, un salón y un dormitorio. La cocina es un armario escamoteable y el aseo, otro. No es una vivienda de lujo, pero ya se sabe que en las estaciones el metro cuadrado de vivienda está por las nubes. Jango y Piefkowski descubren el motivo de la huida de la tyrana. En el suelo hay una enorme mancha de sangre y un rastro que lleva a la rejilla de ventilación. Reinhard decide reunir a todo el grupo en el piso. La investigación se ha complicado. «Ya verás como nos echan la culpa» piensa.

Liralaf hace un rápido examen de las manchas de sangre y concluye que hay una gran probabilidad, más del 90%, de que la sangre pertenezca a Jana Lou. Comprobando los registros, descubren que la casa está alquilada a nombre de Shera Manon (Nota del DJ: ¿otro alias de Jana Lou? Ya lo investigarán, espero). También descubren billetes de viaje desde Duram cuyo pagador les revela el nombre de la Corporación Akura.

Tienen muchas pistas, pero deciden que deben investigar el rastro de sangre. La tentadora rejilla es demasiado pequeña para un adulto y no hay tiempo de ir a buscar a Junior a la nave. Jango es la única opción y él está encantado de ser útil. Desarman la rejilla y con gran cuidado Jango asciende por la ventilación. Ve los rastros de sangre por las paredes y al llegar a una bifurcación, en un tramo horizontal, ve un cuerpo (en realidad lo ven todos porque Jango lleva una cámara). Más tarde la identificarían como Jana Lou, pero su cuerpo parece haber sido vaciado con un instrumento de unos dos centímetros con forma de hoja. Como si le hubieran quitado cachos de piel (y de las vísceras) y en el suelo solo quedaran los pedazos de unión entre los agujeros, una macabra celdilla de sangre, huesos y vísceras. Alguno vomita al ver las imágenes, Jango no. Miles de rastros de sangre se alejan del cuerpo hasta desaparecer pocos metros más allá (o bien se les ha acabado la sangre o han echado el vuelo).

[Nota del DJ: aquel pareció un buen momento para detener la partida, con las pistas y la muerta frescas…]

 

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