Alejandreta II: En busca de los Sarios. Colbert ha desaparecido


Comandos de Guerra

Juego Comandos de Guerra
Fecha 08-05-2011
Campaña Alejandreta II
Lugar Manises I
Asistentes J.C. (Director de Juego), Lohen (Campbell), Juan (McTine), Sento (Hamilton), Germán (Jordan), Leo (Samantha)

Avonton Manor (Edimburgo), Enero de 1938

Después del asalto al buque alemán volvimos a la Mansión Avonton a fin de informar a Cuninghan de todo, o casi todo, lo sucedido, pero fue Cuninghan el que nos informó a nosotros, Colvert había desaparecido durante un incendio producido en Avonton sobre las 4 de la mañana.

Según nos contó Cuninghan, sobre las 4 de la mañana se produjo un incendio en la zona de los laboratorios, que están en la primera planta de la mansión. Al detectar el fuego desalojaron la mansión. Por suerte, pudieron controlarlo antes de que hubieran heridos y antes de que afectara a toda la mansión, sólo resultaron dañados los laboratorios.

Lo sospechoso vino cuando comprobaron que el doctor Colvert (el tío de Samantha) y el doctor Anthony habían desaparecido durante el incendio. Cuningham tenía una nueva misión para nosotros, y así se lo hizo saber a nuestro Teniente, hay que encontrar a Colvert y Anthony, al mismo tiempo que se investiga si el incendio fue provocado.

El Teniente Ashon consideró que el incendio tenía que estar relacionado con la trama alemana del barco, por lo que dividió al grupo, él y Halifax volvieron a Edimburgo a realizar la investigación alemana, mientras el resto, al mando del Sargento Campbell, investigamos lo sucedido en la mansión.

Campbell hizo que revisáramos toda la mansión y sus alrededores, mientras le pedía al Capitán Swanson, un experto en química, que investigara el incendio. Swanson, después de ver los restos del material utilizado para provocar el fuego, concluyó que había sido provocado, utilizando material del ejército para hacerlo, concretamente material del polvorín de Glasgow.

McTine y yo nos acercamos al laboratorio de Colvert, a fin de buscar algún motivo por el que pudiera haber huido de la mansión, allí encontramos a sus dos ayudantes registrándolo concienzudamente. Les hicimos parar para interrogarlos, uno de ellos, un tal Allen, parecía no tener demasiado aprecio a Colvert, aunque parecía no ser el único, algunos de nosotros pensamos parecido. Nos confiesan que estaban buscando las notas de Colvert.

Mientras, Jordan registra la habitación de Colvert, no parecía demasiado ordenada para tratarse de la habitación de un caballero inglés. En la biblioteca de la habitación había mucho libro técnico, y algunos de arqueología, pero no técnicos, más bien arqueología para novatos o aficionados. Entre los libros encontró uno con una cruz gamada en la portada, el libro se titulaba «El poder de los Elfos», comunica rápidamente a Cambell que había encontrado un libro nazi entre las pertenencias de Colvert, pero Cambell, al examinarlo, descubrió que no éra una cruz gamada, sino una cruz celta, no era un libro nazi, pero si había algo raro en él, en su interior había una nota en un idioma que ninguno de ellos era capaz de entender.

Samantha, por su lado, habló con el mayordomo de la casa, a ver que información era capaz de obtener. El Sr.Velvedere, que así se llamaba el mayordomo, estuvo jugando con ella, al parecer no la aguantaba, Mr.Velvedere era un hombre de la antigua escuela, no soportaba a las mujeres emancipadas tan poco femeninas, tipo de mujeres de las que Samantha era la perfecta representante. Samantha intentó lo mismo con la mujer de Mr.Velvedere, pero tuvo el mismo éxito, no así con el resto del servicio, del que pudo averiguar que, al parecer, Wiltsont, uno de los investigadores de la mansión, hay veces que sale por la noche y no duerme en su habitación, regresando al día siguiente.

Samantha informa de lo averiguado al Sargento Campbell, quien decide hablar con Cuningham, a fin de contarle lo averiguado hasta el momento, y pedir información sobre las autorizaciones de los ayudantes de Colvert. Cuninghan le informó que los ayudantes estaban autorizados a buscar el diario, así que McTine y yo, les dejamos continuar con la búsqueda, mientras nos reuníamos con los demás en la habitación de Colvert.

Cada uno fue contando lo averiguado, incluso tuvimos la suerte de enterarnos de que Samantha hablaba alemán, ya que fue capaz de leer la nota que figuraba en el libro que Jordan había encontrado en la biblioteca de Colvert, por lo visto se trataba de un agradecimiento por una colaboración en un descubrimiento arqueológico. Después de la traducción de la nota, Jordan se animó a seguir buscando y encontró en la habitación el contrato de un alquiler de una suite en un hotel de Glasgow, el contrato tenía 3-4 meses y era de un año de duración ¿para qué quería Colvert una suite en Glasgow?

Además del contrato, Jordan pudo deducir que Colvert había preparado muy rápido una maleta de viaje.

Volvimos a hablar con Wiltsont, estaba muy asustado, algo ocultaba, así que lo interrogamos como si de un espía alemán se tratara, no fue capaz de soportar la presión y acabó confesando que por las noches se escapaba para visitar un conocido local de mucho ambiente en Linlithgow, «El loro azul», además de confesar que la noche del incendio se encontraba en la mansión y no había salido. He de reconocer que no era la confesión que yo esperaba…

Agotada esa vía de investigación, optamos por comprobar si faltaba material en la armería de la mansión, algo que hubiera sido utilizado para provocar el incendio. No hubo suerte, el material utilizado para el incendio era muy antiguo y desfasado, no coincidía con el de la armería.

Probamos suerte con otros dos investigadores de Avonton, Ramsay y Dorm. No hubo suerte, no habían visto ni oído nada. Mr.Agelthorn, tampoco sirvió para mucho, creía recordar que durante el incendio, cuando él salió de su habitación, la puerta de Colvert estaba cerrada, pero no podía garantizarlo. Lo único de ayuda, si se le puede llamar ayuda, que nos contó, fue que Colvert era aún más reservado que el resto de investigadores de la mansión, y que, en cierta ocasión, le preguntó sobre los Sarios.

Teníamos que buscar otra vez en la biblioteca de Colvert, algo se nos escapaba. Campbell encontró un libro de arqueología, este no era para aprendices, sobre una tumba en los Alpes, donde se encontraron los primeros restos de un habitante de Europa. Según contaba el libro, en la tumba estaba el cuerpo con una inscripción, de la que sólo se distinguía la palabra «SARIO», del resto de la inscripción, el autor del libro, W.Müller, había deducido que decía algo como «Aquí descansa el Rey de los Sarios«. Según Müller, los pueblos pregermanos descendían de los Sarios y estos provenían de Escandinavia.

Samantha habló con su padre, un conocido arqueólogo, quién le dijo que Müller era un arqueólogo mediocre y un fantasma (palabras literales), de la universidad de Viena. Así que Samantha decidió hacer una conferencia con Viena a fin de hablar con Müller, sin éxito, no estaba allí, estaba en unas excavaciones en algún lugar que su secretaria no quiso decirle. Lo más sorprendente es que la secretaria de Müller tampoco consideraba a Colvert como amigo o conocido de Müller, pese a que nos constaba bastante contacto entre los dos.

Otra puerta se nos cerraba, así que continuamos la investigación del incendio, dónde nos apareció otra pista. Uno de los elementos utilizados para provocar el fuego eran las virutas de las tallas de madera que normalmente hacía el investigador Weshmmey durante todo el día como hobby, así que fuimos a su habitación a investigar. En la habitación encontramos libros técnicos sobre armamento.

Al acabar de investigar la habitación de Weshmmey, apareció uno de los hombres de la guardia exterior, comunicó al Sargento que la verja  perimetral había sido cortada en uno de sus puntos, pero que ya había sido reparada. Investigamos el punto en el que se había producido pero no encontramos huellas ni ningún otro tipo de pista.

Ya amanecía, pensábamos retirarnos a nuestro retén cuando el Sargento nos ordenó subir al camión y partir a Glasgow. Una vez en el hotel, nos comunica el recepcionista que Colvert se había ido el día anterior del hotel a las 7’30 de la mañana, habiendo llegado el día anterior por la mañana, es decir, la noche del incendio Colvert no estaba en la mansión. Por lo visto en el hotel le habían buscado un Ferry para la República de Irlanda y Colvert se había ido solo a Dublín.

A cambio de 10 libras, Samantha consiguió que nos dejaran ver la habitación de su tío. En ella sólo estaban los muebles, no había nada de Colvert, según nos contó el recepcionista siempre era así, Colvert iba al hotel, sin ningún tipo de periodicidad establecida, dormía allí, y al día siguiente madrugaba, preguntaba por el ferry a Dublín y se iba. La última vez que lo hizo fue hace una semana.

Lo extraño de todo esto es que Colvert nunca salía de Avonton Manor sin escolta, otra persona estaba utilizando la identidad de Colvert.

En el ferry nos confirmaron que el supuesto Colvert había cogido el ferry. Un intercambio de libras nos permitió ver el libro de embarque de la semana anterior, Colvert no había embarcado, y del resto de nombres que figuraban, ninguno coincidía con los que habían viajado con Colvert. Revisamos todo el mes, Colvert sólo había cogido el ferry esta última vez.

Volvimos a Avonton, allí encontramos cosas más extrañas, Colvert nunca salió estando nosotros de permiso, y cuando estábamos de permiso Colvert no salía. Era muy extraño, pero tuvimos que aceptarlo, ya que Ms.Velvedere se lo confirmó a Samantha.

Pudimos  hablar con el Coronel al mando del polvorín de Glasgow, tenemos que mejorar el sistema de conferencias telefónicas, le pedimos que nos informara al respecto del material de su polvorín encontrado en el artefacto incendiario de la mansión, por lo visto, ese material se le había suministrado al investigador Sr.Nob para un experimento.

Tenemos que hablar con el Sr.Nob, pero eso será mañana, el Sargento Campbell por fin nos ha dejado que descansemos un rato, así que buenas noches, Nob, mañana te veo…

Soldado Fénix Hamilton

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